Una empresa conjunta es un acuerdo en el que dos o más empresas o partes unen sus fuerzas para participar en una actividad empresarial específica. Las razones más comunes por las que las empresas deciden entrar en una empresa conjunta son la obtención de acceso a nuevos mercados, el aumento del poder de mercado y el intercambio de recursos. A diferencia de una asociación o una fusión, cada una de las empresas de una joint venture mantiene su identidad empresarial independiente y simplemente acuerda trabajar juntas de forma limitada y específica para lograr un objetivo empresarial común.

Elija su socio de joint venture

Para crear una joint venture, lo primero que tendrá que hacer es elegir un socio de joint venture. Tener en mente un objetivo empresarial bien definido le permitirá buscar e identificar a un coempresario que complemente su negocio y pueda ayudarle a alcanzar sus objetivos. Tal vez haya desarrollado una tecnología nueva e interesante, pero le faltan recursos para acceder al mercado adecuado para su producto. Podría buscar una empresa con una buena presencia en el mercado en esa zona y entonces podría vender, promocionar y distribuir su producto conjuntamente.

Una vez que haya identificado una empresa que encaje bien con sus objetivos empresariales, querrá dedicar tiempo a centrarse en si sus dos empresas encajan bien. Para crear una alianza exitosa, sus empresas -y los actores clave de cada una de ellas- tendrán que ser capaces de trabajar bien juntos. Dedique tiempo a conocer a las personas con las que va a trabajar y los valores fundamentales de la empresa. ¿Cuál es su actitud hacia la colaboración? ¿Comparten los directivos de la empresa su nivel de compromiso? ¿Coincidirán las culturas corporativas de las dos empresas? ¿Qué seguridad financiera tiene su posible socio? ¿Qué tipo de equipo directivo tiene? ¿Cómo funciona la empresa en términos de producción, marketing y personal? Y lo que es más importante, ¿se puede confiar en los responsables? Sin confianza y sin unos valores básicos compartidos, será más difícil tomar decisiones y trabajar juntos con eficacia.

Decida el tipo de empresa conjunta que desea

Hay dos formas básicas de establecer su acuerdo de empresa conjunta con otra parte. Una de las alternativas es crear una nueva entidad legal independiente para la empresa conjunta, en la que cada parte tenga una participación en la nueva entidad. Por ejemplo, las dos partes de una joint venture pueden decidir formar una sociedad anónima, una sociedad colectiva o una sociedad de responsabilidad limitada, y el negocio de la joint venture se llevaría a cabo a través de la nueva entidad.

Alternativamente, puede decidir establecer su joint venture a través de una relación contractual. En este tipo de acuerdo, las partes celebrarían un contrato en el que se establecerían los términos de la relación comercial. Esta opción suele ser menos costosa.

Las principales consideraciones para elegir una forma en lugar de la otra son:

  • la complejidad de la empresa comercial propuesta
  • el grado de protección de la responsabilidad que desea para su empresa conjunta, y
  • la cantidad de dinero que desea gastar para establecer la empresa conjunta.

Si la empresa es relativamente pequeña, los costes asociados a la creación de una entidad legal independiente pueden no estar justificados. Por otra parte, si la responsabilidad es una preocupación, puede que quiera tener la protección adicional que se obtiene al hacer negocios a través de una sociedad anónima o de responsabilidad limitada.

Redacte su acuerdo de empresa conjunta

Una vez que haya identificado a su coempresario y haya pensado en el tipo de empresa conjunta que desea, puede empezar a poner por escrito algunos términos básicos de su acuerdo propuesto. Hay varias formas de hacerlo. Si estás en las fases preliminares, puedes empezar creando una hoja de términos o una carta de intenciones. Una hoja de términos es un documento que resume los términos y condiciones materiales de una transacción comercial. Una carta de intenciones también resume los principales términos y condiciones (acordados o por acordar) relativos a la empresa conjunta propuesta. A diferencia de los pliegos de condiciones, las cartas de intención son firmadas por las partes y pueden ser vinculantes.

Algunas personas se saltan los pliegos de condiciones y las cartas de intención y proceden directamente a redactar su acuerdo de joint venture. Los acuerdos de joint venture pueden ser largos y complicados, dependiendo de la empresa propuesta y de la relación entre las partes. Los principales participantes en la operación, así como sus abogados y contables, tendrán que resolver las cuestiones básicas, como el reparto de los beneficios y las pérdidas, la estructura de constitución y gobernanza, las contribuciones de cada parte, el tratamiento fiscal de la empresa, los acuerdos comerciales y las estrategias de salida de las partes. El acuerdo suele incluir también una descripción del negocio. Ambas partes deben estudiarla detenidamente, ya que puede poner de manifiesto las diferencias de opinión sobre el alcance y el tipo de actividades a las que debe dedicarse la empresa. Es posible que desee formar un equipo de negociación al que se le asigne la responsabilidad de resolver estas cuestiones y ejecutar el acuerdo.

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