El ayuno intermitente puede hacer un mundo de bien – aquellos que lo practican a menudo pierden peso y se sienten más energizados y menos hinchados, entre otros beneficios. Pero no está exento de efectos secundarios, como los molestos dolores de cabeza. Afortunadamente, hay formas de prevenirlos una vez que se ha descubierto la causa.

Una de las causas más comunes de los dolores de cabeza inducidos por el ayuno es el bajo nivel de azúcar en la sangre, desencadenado por comer menos calorías. «Las fluctuaciones de azúcar en la sangre son una causa común de dolores de cabeza, al igual que los cambios en las hormonas de adaptación al estrés como el cortisol», dijo Lisa Powell, MS, una dietista registrada en Canyon Ranch en Tucson, AZ, a POPSUGAR. «Estos problemas deberían resolverse a medida que el cuerpo se ajusta a la menor ingesta de calorías».

Para ayudarlo, también puedes hacer cambios en tu menú. «Intente ingerir más calorías procedentes de las grasas durante los periodos en los que no esté en ayunas», sugirió Iris Lami, entrenadora personal certificada por la ACE en Kealakekua, HI. «Hacerlo ayuda a su cuerpo a depender menos del azúcar como combustible, lo que hace que sea menos probable que experimente severas caídas de azúcar en la sangre cuando comience a ayunar.»

Luego está el tema de la deshidratación, que no sólo puede causar dolores de cabeza durante el ayuno intermitente, sino también ralentizar la digestión, lo que lleva a más hinchazón. «Es importante mantener una hidratación adecuada, especialmente cuando se ayuna», dijo Lisa. «Recomiendo beber la mitad de su peso corporal actual en onzas de líquido por día como línea de base. Así, por ejemplo, una persona de 150 libras necesitaría alrededor de 75 onzas de líquido por día, sin incluir el alcohol, que es significativamente deshidratante. Algunas personas pueden incluso necesitar más líquidos que esto, dependiendo del clima, el ejercicio y las necesidades personales».