Tratamiento de la obstrucción del tracto urinario inferior
Si una LUTO parece estar aislada, el tratamiento quirúrgico fetal puede ayudar a disminuir la cantidad de daño pulmonar y renal que puede producirse durante el embarazo. El objetivo del tratamiento fetal es proporcionar un drenaje constante de la orina del cuerpo hacia el líquido amniótico. Esto evita la acumulación de orina y ayuda a normalizar el volumen del líquido amniótico. El tipo de tratamiento utilizado depende del lugar del tracto urinario donde se produce la obstrucción. Los tipos de tratamiento incluyen:
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Vesicocentesis: Se coloca una aguja en la vejiga del feto para extraer la orina. Pueden ser necesarios varios procedimientos si la orina se acumula repetidamente en la vejiga. Uno de cada diez fetos puede necesitar una sola vesicocentesis para resolver el LUTO.
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Derivación vesicoamniótica: Se introduce en la vejiga un pequeño tubo de plástico llamado derivación para permitir el flujo de orina desde la vejiga hacia el exterior del feto. La derivación permanece en la vejiga hasta el nacimiento del bebé.
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Cistoscopia fetal: Se puede introducir una pequeña cámara quirúrgica llamada cistoscopio en la uretra y la vejiga del feto para eliminar cualquier obstrucción del flujo de orina.
No todos los intentos de tratamiento fetal tienen éxito. A veces, la posición del feto dificulta su detección en la ecografía, lo que imposibilita la realización de un procedimiento de terapia fetal. Incluso si un tratamiento fetal disminuye con éxito la cantidad de orina atrapada en el bebé, pueden producirse complicaciones. La orina puede volver a acumularse con el tiempo.
La intervención fetal no elimina por completo la posibilidad de que se produzcan daños renales o pulmonares graves. Dado que la intervención fetal implica riesgos para el feto y para la madre, es importante reservar estos tratamientos prenatales sólo para determinados fetos con LUTO.
¿Qué ocurre después del tratamiento fetal para la LUTO?
Un bebé que ha recibido tratamiento fetal para la LUTO deberá nacer en un hospital con una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Tras el parto, la UCIN puede realizar más pruebas para averiguar la causa del LUTO. Dependiendo del diagnóstico exacto, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para crear una vía permanente para que la orina salga del cuerpo del bebé. También pueden ser necesarias terapias como la diálisis y el trasplante de riñón. El grado de enfermedad del bebé después del nacimiento depende de la gravedad del daño pulmonar y renal y de la causa de la LUTO.