Regulación forzosa

Aunque es evidente que las redes sociales han aportado beneficios a la sociedad y a las empresas, también conllevan desventajas y peligros como el ciberacoso, el hostigamiento en línea, la depresión, la inseguridad de la imagen corporal y el miedo a perderse algo (FOMO). El gobierno del Reino Unido ha anunciado recientemente que dará más poder al organismo de control Ofcom para obligar a las empresas de redes sociales a asumir una mayor responsabilidad por sus contenidos.

La presión para regular en la esfera digital restringirá casi con toda seguridad la forma en que los anunciantes pueden dirigirse a los usuarios y los contenidos que pueden promocionarse, lo que conducirá a una mayor transparencia sobre el uso de los datos. Por ejemplo, Facebook ya permite a los usuarios gestionar los anuncios basados en intereses en la configuración de la cuenta y deberíamos esperar que más empresas sigan esta tendencia.

La regulación forzada podría animar a los usuarios a aumentar la confianza en las redes sociales. Esto se reflejará potencialmente en un mayor compromiso. Por otro lado, los anunciantes verán restringida su capacidad de segmentación, lo que podría traducirse en un despilfarro del gasto en medios, un menor compromiso publicitario y una reducción de las oportunidades de personalización de la publicidad.

Orgánicamente, las plataformas sociales podrían ver disminuida su capacidad de servir a los usuarios contenidos curados si se les limita la recopilación de datos.

Datos y privacidad

Eventos como el escándalo de Cambridge Analytica nos han hecho ver el poder de las redes sociales y los datos, así como las limitaciones de las regulaciones actuales de las redes sociales. Los usuarios están tomando conciencia de que los datos son poder. Una muestra de ello es que las búsquedas de ‘Mi actividad’ en Google han ido aumentando año tras año.

Los usuarios ya están cambiando su configuración de privacidad para incluir la mínima información en las redes sociales y se están eliminando cuentas. Los usuarios seguirán presionando en este sentido con una mayor preocupación por la privacidad, ya que el mundo es cada vez más digital. Desde el punto de vista demográfico, el público más joven es cada vez más consciente de la privacidad y la seguridad de los datos, lo que se sumará a las restricciones blandas y duras impuestas a las redes sociales.

Esta tendencia podría abrir modelos comerciales alternativos para las redes sociales, como las suscripciones que permiten reducir la necesidad de datos personales. Otra posible solución sería recompensar a los usuarios que compartan sus datos.

Redes sociales tipo WeChat

Como cada vez hay más personas que confían en sus teléfonos para realizar pagos, almacenar tarjetas de embarque y gestionar sus finanzas, la oportunidad para que los actores de las redes sociales combinen las funcionalidades sociales y financieras en una sola plataforma es cada vez mayor.

WeChat es el ejemplo perfecto de cómo pueden fusionarse las redes sociales, el comercio y el entretenimiento. Más que una red social, permite a los usuarios realizar tareas cotidianas como almacenar sus documentos de identidad, pagar sus servicios públicos y acceder a servicios públicos, como reservar citas con el médico, solicitar visados y comprobar el registro de conducir.

Facebook ya está experimentando en este espacio y tenía planes de lanzar su propia criptomoneda llamada Libra este año. Este servicio no tiene por qué estar integrado en la plataforma de medios sociales de Facebook, pero da una pista sobre las posibilidades futuras.

Las plataformas sociales occidentales tratarán inevitablemente de seguir a WeChat, pero es poco probable que se les permita desempeñar el papel tan plenamente como lo hace WeChat en China. Esto se debe a que en la mayoría de los países, la preocupación por la privacidad de los datos y el aumento de la regulación empujarán a las redes sociales en la dirección opuesta.

Multi-redes

El número de cuentas de medios sociales por persona ha ido creciendo entre todos los grupos demográficos. El efecto multiredes es una respuesta al aumento del número de opciones de plataformas, pero también está siendo causado por un grado de especialización (por ejemplo, Twitch, Pinterest y TikTok).

El uso de los medios sociales seguirá aumentando en los países en desarrollo, pero en general se ha estancado entre en las economías avanzadas. A medida que surjan plataformas de medios sociales más especializadas, el número de plataformas de medios sociales por usuario puede seguir aumentando en todos los grupos de edad, especialmente entre los millennials y la Generación X. Sin embargo, el tiempo dedicado a los medios sociales será similar al actual.

Cómo consumimos los contenidos cambiará

La forma en que consumimos los contenidos siempre está cambiando y, por lo tanto, surgirán nuevas redes de medios sociales como respuesta natural a estos cambios. Los grupos demográficos más jóvenes serán los primeros en adoptarlas, como vimos con Snapchat y estamos viendo con TikTok.

El vídeo se ha convertido, con diferencia, en el formato más popular. Las visualizaciones de contenido de vídeo de marca aumentaron un 258% desde 2016, y en Twitter un vídeo tiene 6 veces más probabilidades de ser retuiteado que una foto. No es difícil adivinar que las nuevas plataformas de medios sociales se centrarán en el vídeo y serán impulsadas por la IA.

Además, la búsqueda por voz está aumentando exponencialmente, lo que también repercutirá en el comportamiento de los medios sociales en la próxima década, ya que la gente escribe menos y empieza a confiar en los sistemas de reconocimiento de voz para que hagan este trabajo por ellos.

Aunque los teléfonos seguirán siendo el principal dispositivo para acceder a los medios sociales, el uso de los dispositivos de RA y RV también aumentará en la próxima década a medida que se vuelvan más ligeros y versátiles, ampliando su uso más allá de los juegos.

Cambios del clima actual

Al final de la década los medios sociales estaban en los titulares por sus impactos negativos. Debido a la COVID-19, el tiempo frente a la pantalla aumentará a medida que los individuos vuelvan a descargar aplicaciones para mantenerse conectados con amigos y familiares, y para entretenerse. Algunas plataformas emergerán de esta época oscura con una base de usuarios más grande, más diversa y más comprometida que nunca, y tal vez las redes sociales recuperen el respeto a través de la reactivación de su encanto original como una forma de estar conectados.

Puede ser difícil predecir el futuro de las redes sociales, ya que es un entorno que cambia rápidamente, pero es de esperar que se mueva hacia un lugar más seguro y más democrático.

Erika Mendes es jefe de licitación en Roast

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