El abejorro es un comprador de néctar exigente. A la hora de elegir las flores de las que recoger la sustancia pegajosa, puede tener en cuenta la distancia a la que se encuentra la planta, la forma de los pétalos y lo rico que es el néctar.
Pero según un estudio publicado el miércoles en la revista Journal of the Royal Society Interface, hay otra variable que las abejas pueden tener en cuenta a la hora de comprar néctar: ¿Cómo de rápido pueden vomitarlo?
El néctar está disponible en varias concentraciones, incluso dentro de la misma especie de planta. Un estudio reciente sobre las habas de campo -realizado por el laboratorio que estudió el vómito de las abejas- descubrió que algunas flores producían una ambrosía ligera del 15 por ciento de azúcar, mientras que otras llegaban hasta un almibarado 57 por ciento. Aunque el néctar más dulce proporciona más energía, también es más viscoso, lo que hace que consuma más tiempo y energía. Cuanto más espeso es el néctar, más tiempo tarda el abejorro en sorberlo, lo que reduce la ganancia de energía que proporciona el azúcar extra.
En los últimos años, varios investigadores han cronometrado a las abejas que beben diferentes concentraciones de néctar y han utilizado esta información para averiguar qué niveles de azúcar pueden ser «más atractivos para las abejas». Este conocimiento puede utilizarse para ayudar a atraerlas a las plantas de cultivo adecuadas, permitiendo una polinización eficiente, dijo Jonathan Pattrick, investigador postdoctoral del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford y autor principal del nuevo trabajo.