Descripción

La doctrina o hipótesis Monro-Kellie afirma que la suma de los volúmenes de cerebro, líquido cefalorraquídeo (LCR) y sangre intracerebral es constante. El aumento de uno de ellos debería provocar una disminución recíproca de uno o de los dos restantes.

La doctrina es fundamental para comprender el efecto negativo que tiene el aumento de la presión intracraneal en el cerebro.

Historia

1783 – Alexander Monro secundus publicó sus observaciones sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso. Dado que el cráneo es un compartimento rígido y el cerebro es «casi incompresible», Monro llegó a la conclusión de que la cantidad de sangre dentro del cráneo debería permanecer estable en condiciones normales y patológicas.

Porque, como la sustancia del cerebro, al igual que la de los otros sólidos de nuestro cuerpo, es casi incompresible, la cantidad de sangre dentro de la cabeza debe ser la misma, o casi la misma, en todo momento, ya sea en la salud o en la enfermedad, en la vida o después de la muerte, sólo exceptuando aquellos casos en los que el agua u otra materia es derramada o secretada por los vasos sanguíneos; porque en estos, una cantidad de sangre* igual en volumen a la materia derramada, será presionada fuera del cráneo.

1824 – George Kellie fue un cirujano de Edimburgo y antiguo alumno de Monro. Su contribución a la doctrina proviene de los trabajos que publicó sobre el examen post mortem de dos individuos que fueron encontrados muertos en Leith la mañana siguiente a una tormenta de invierno.

La circulación dentro de la cabeza es, en verdad, de una descripción muy peculiar. El cerebro mismo, poco comprimible, está contenido dentro de una caja ósea firme e inflexible, que llena exactamente y por la que se defiende del peso y la presión de la atmósfera (…) una fuerza, por lo tanto, que debe estar operando constantemente para mantener la plenitud del sistema vascular dentro de la cabeza. Si estas premisas son ciertas, no parece muy concebible cómo puede retirarse alguna porción del fluido circulante del cráneo, sin que su lugar sea ocupado simultáneamente por otro equivalente; o cómo puede introducirse algo nuevo o exuberante, sin un desplazamiento equivalente.

1846 – Burrows introdujo algunos cambios en esta hipótesis en su libro On the disorders of the cerebral circulation, postulando que el volumen sanguíneo cerebral puede variar pero sólo en beneficio o en detrimento de los volúmenes del cerebro y del LCR

Personas asociadas
  • Alexander Monro secundus (1733-1817)
  • George Kellie (1770-1829)
  • George Burrows (1801- 1887)
  • Monro A. Observaciones sobre la estructura y las funciones del sistema nervioso. Edimburgo: William Creech; 1783.
  • Kellie G. On Death from Cold and on Congestions of the Brain. Un relato de las apariencias observadas en la disección de dos de los tres individuos que se presume perecieron en la tormenta del día 3, y cuyos cuerpos fueron descubiertos en las cercanías de Leith en la mañana del 4 de noviembre de 1821: con algunas reflexiones sobre la patología del cerebro. Transactions of the Medico-Chirurgical Society of Edinburgh 1824;1:84-169
  • Burrows G. On the disorders of the cerebral circulation. London: Longman, Brown, Green y Longmans. 1846
  • Macintyre I. A hotbed of medical innovation: George Kellie (1770-1829), sus colegas de Leith y la doctrina Monro-Kellie. J Med Biogr. 2014 May;22(2):93-100. Lista
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los nombres detrás del nombre

Estudió en la Universidad de Oxford – BA BM BCh. Médico británico que trabaja en medicina de urgencias en Perth, Australia Occidental. Sus intereses especiales incluyen la medicina de urgencias, los cuidados críticos y la medicina salvaje.

Médico de urgencias MA (Oxon) MBChB (Edin) FACEM FFSEM con pasión por el rugby; la historia de la medicina; la educación médica; y la informática. Evangelista del aprendizaje asíncrono #FOAMed. Cofundador y CTO de Life in the Fast lane | Eponyms | Books | vocortex |

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