Desde hace 23 años, Silas era sospechoso del intento de asesinato de Nina. El detective Nathan West, criado como hermano de Nina, se hizo cargo del caso y persiguió a Silas creyendo que era culpable. Finalmente, la verdad de las fechorías de Madeline salió a la luz y Silas fue exculpado. Pero Madeline tenía un último as en la manga. Cuando Silas exigió ver a Nina, ella le mintió y le dijo que Nina había muerto. Falsificó un certificado de defunción para mostrárselo a Silas y, al verlo, éste lloró la pérdida de su esposa. Sin embargo, Madeline admitió más tarde a Nathan que Nina sigue viva y poco después Nina despierta del coma en un centro privado. La primera palabra que sale de la boca de Nina es «Silas». Silas y Nina se reunieron el 4 de junio de 2014 en el parque de Port Charles. Ella le explicó que había despertado hace un tiempo y que Madeline le mintió sobre su muerte. Tras el reencuentro, Silas la llevó a su casa. Silas y Nina recordaron un poco y Nina recordó que tuvieron su primera cita en 1989.

Beso de reencuentro

Nina se instaló en su nueva casa y compartió un reencuentro con su hermano, Nathan. Nathan la puso al corriente de todos los cambios en su vida y le dijo que su madre era la responsable de su coma. Nina estaba muy afectada por esta noticia y Nathan la ayudó a sobrellevarla. Silas regresó y se disculpó por no habérselo dicho él mismo, pero Nina sostuvo que nada de esto era culpa suya. Compartieron un beso de reencuentro, pero Silas detuvo el beso y admitió a Nina que tiene una relación con otra persona. Después de que Nina se entera de la nueva relación de Silas con Sam Morgan, intenta irse y mudarse con su hermano para darle espacio, pero Silas insiste en que Nina se quede con él en su casa, para que pueda cuidarla. También le asegura a Nina que, aunque él haya seguido adelante, su regreso a su vida es algo bueno.

Durante los meses siguientes, Silas y Nina luchan y se adaptan a estar de nuevo en la vida del otro después de 20 años. Nina sigue dividida entre el amor y el odio que siente por Silas. Decide vengarse de las personas que cree que le han hecho daño y mete a su enfermera, Rosalie Martínez, en sus planes de venganza. Mientras tanto, Silas no tiene ni idea de los motivos ocultos de Nina. Nina apunta a Silas, su madre, Sam, Ava Jerome y Kiki Jerome. Con su madre ya en prisión, Nina se propone separar a Sam y Silas. Nina tiene éxito en la conducción de una grieta entre Sam y Silas, y Sam rompe con Silas porque ve que todavía tiene sentimientos por Nina.

Mientras tanto, Nina confía en Rosalie sobre sus complejos sentimientos por Silas. El sobrino de Silas, Rafe Kovich, Jr. se entera del plan de venganza de Nina, pero ésta descubre que sacó a la familia de Patrick Drake de la carretera, matando a su hijo, y ahora es buscado por la policía. Nina le paga 500 dólares para que abandone la ciudad y guarde silencio. Rafe acaba teniendo un accidente y es llevado al hospital. Acaba con muerte cerebral y Silas le quita el soporte vital. Nina se queda al lado de Silas para apoyarlo en esta tragedia. Nina se siente atormentada y atormentada por la culpa del accidente de Rafe. Está a punto de admitirlo todo ante Silas, pero cambia de opinión en el último momento.

Silas y Nina hablan en el hospital.

Nina vuelve a centrarse en su venganza y con Sam fuera de juego, la siguiente persona en su lista es Silas. Lo que más desea de Silas es que le dé un bebé. Nina siente que después de hacer pagar a Silas, pueden volver a conectarse por su hijo. También lo ve como una segunda oportunidad para ellos después de su aborto involuntario años antes. Nina droga a Silas poco después en un intento de quedarse embarazada. Silas y Nina se enredan en un beso, cuando Sam entra y la interrumpe, aunque no quiere que Silas vuelva. Nina empieza a ir a sesiones de arteterapia con Franco y los dos empiezan a hablar de sus problemas de pareja. Nina queda profundamente impactada cuando se entera por Franco de que Ava está embarazada de nuevo. El deseo de Nina de tener su propio bebé se hace más fuerte. Su deseo de venganza contra Ava también aumenta.

Franco finalmente se entera de que Nina puede caminar, pero accede a mantener su secreto porque ambos tienen trapos sucios. Silas pilla a Nina hablando con Franco sobre un secreto, pero ella lo encubre admitiendo a Silas que ha estado saltándose la fisioterapia. Ella y Silas comparten un corazón a corazón mientras ella explica cómo ha estado luchando emocionalmente desde que se despertó. Silas promete estar ahí para ella y se disculpa por no ser más consciente de sus problemas emocionales. A cambio, Nina promete que no faltará a ninguna otra reunión de fisioterapia.

Silas y Nina se ponen íntimos.

Nina y Rosalie hablan de sus planes de quedarse embarazada y luego ella se va a casa. Al llegar a casa, comparte con Silas sus deseos de tener un bebé. Silas se sorprende, pero lo discuten. Nina y Silas comienzan a recordar su pasado romántico y entonces ella se levanta de su silla de ruedas para hacerle un striptease a Silas. Esto lleva a un momento de pasión y Silas la levanta y la lleva al dormitorio donde hacen el amor por primera vez en 23 años. A la mañana siguiente, Silas y Nina se acuestan juntos en la cama y hablan de sus sentimientos. Rememoran el pasado y se alegran de haber vuelto a conectar antes de volver a hacer el amor. Silas se dirige entonces al trabajo y Nina también va al hospital para reunirse con su prima, la doctora Britt Westbourne, y hablar de quedarse embarazada.

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