Resumen del tema

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una infección muy contagiosa (de fácil propagación) que provoca una erupción en todo el cuerpo. También se denomina rubeola o sarampión rojo.

La vacuna del sarampión protege contra la enfermedad. Esta vacuna forma parte de las vacunas MMR (sarampión, paperas y rubéola) y MMRV (sarampión, paperas, rubéola y varicela ). La mayoría de los niños reciben la vacuna como parte de sus vacunas habituales. Por ello, el sarampión es poco frecuente en Estados Unidos y Canadá.

¿Qué causa el sarampión?

El sarampión está causado por un virus. Se transmite cuando una persona infectada tose, estornuda o comparte alimentos o bebidas. El virus del sarampión puede viajar por el aire. Esto significa que se puede contraer el sarampión si se está cerca de alguien que tiene el virus aunque esa persona no tosa o estornude directamente sobre usted.

Se puede contagiar el virus a otras personas desde 4 días antes de que comience la erupción hasta 4 días después de que ésta haya aparecido. El virus se transmite con mayor frecuencia cuando las personas enferman por primera vez, antes de saber que lo tienen.

Si ha tenido sarampión, no puede volver a contraerlo. La mayoría de las personas nacidas antes de 1957 han tenido sarampión.

¿Cuáles son los síntomas?

Los primeros síntomas del sarampión son como un resfriado fuerte: fiebre alta, secreción nasal, estornudos, dolor de garganta y tos seca. Los ganglios linfáticos del cuello pueden hincharse. También puedes sentirte muy cansado y tener diarrea y ojos rojos y doloridos. Cuando estos síntomas empiecen a desaparecer, aparecerán manchas rojas en el interior de la boca, seguidas de una erupción en todo el cuerpo.

Cuando los adultos contraen el sarampión, suelen sentirse peor que los niños que lo contraen.

Por lo general, los síntomas tardan entre 7 y 18 días en aparecer después de haber estado cerca de alguien que tiene sarampión. Esto se denomina período de incubación.

¿Cómo se diagnostica el sarampión?

Si cree que tiene sarampión, llame por teléfono y explique sus síntomas antes de ir a la consulta del médico.

Después de que le hayan examinado, su médico puede pedir un análisis de sangre y/o un cultivo viral si sospecha que tiene sarampión.

¿Cómo se trata?

El sarampión suele mejorar con cuidados en casa. Puede tomar medicamentos para bajar la fiebre, si es necesario. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta. Además, descanse mucho y beba mucho líquido. Mantente alejado de otras personas en la medida de lo posible para no contagiar la enfermedad. Cualquier persona que tenga sarampión debe permanecer fuera de la escuela, la guardería, el trabajo y los lugares públicos hasta al menos 4 días después de la aparición de la erupción.

Su médico puede sugerirle suplementos de vitamina A si su hijo tiene sarampión.

La mayoría de las personas mejoran en 2 semanas. Pero el sarampión puede causar a veces problemas peligrosos, como infección pulmonar (neumonía) o inflamación cerebral (encefalitis). En casos raros, puede incluso causar convulsiones o meningitis.

Si ha estado expuesto al sarampión y no se ha vacunado, puede prevenir la infección recibiendo inmunoglobulina (IG) o la vacuna contra el sarampión lo antes posible. Los bebés menores de 12 meses, las mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmunitario deficiente que no puede combatir la infección pueden necesitar recibir IG si se exponen al sarampión.

¿Por qué es importante la prevención?

Vacunar a su hijo es importante, porque el sarampión puede causar a veces problemas graves.

Las afirmaciones falsas que aparecen en las noticias han hecho que algunos padres se preocupen por la relación entre el autismo y las vacunas. Pero los estudios no han encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo.

El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. Pueden producirse fácilmente brotes. Por ejemplo, una persona de otro país puede tener sarampión y no saberlo todavía. Si esa persona viaja fuera de su país, podría contagiar el sarampión a personas que no son inmunes. Además, si usted viaja a otro país y no es inmune al sarampión, puede estar en riesgo.

Si no sabe si es inmune al sarampión y tiene previsto viajar, consulte a su médico o al centro de salud local para ver si debe vacunarse antes de viajar.

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