Mitch ‘Blood’ Green es un peso pesado del folclore del boxeo, cuyo nombre estará para siempre ligado al de Mike Tyson debido a la célebre pelea callejera que mantuvieron en 1988 en el gueto de Harlem.
Los años no siempre han sido benévolos con Green, el otrora líder de una banda conocida por la policía de Nueva York.
Pero a lo largo de esos años Green mantuvo una amistad con un aficionado que se convirtió en su confidente, su agente no oficial y, en ocasiones, su guardián moral. Esa amistad, documentada en la historia que sigue, le recordará que el bien existe… incluso en la locura del boxeo de pesos pesados.
Aquí está el relato de primera mano de cómo un aficionado al boxeo se convirtió en el aliado de Mitch ‘Blood’ Green y desarrolló un genuino cuidado por el bienestar del boxeador…
Es extraño cómo conocí a Mitch.
Desde hace 20 años vivo en Los Ángeles pero crecí en la zona rural de Kansas en una pequeña comunidad agrícola. Cómo conocí a Mitch es interesante y un poco embarazoso…
Tenía 17 años a mediados de los 90. Durante el invierno estaba en mi casa con un par de amigos. Estaba helado, nevado, no teníamos dónde ir y estábamos pasando el rato. Por aburrimiento, sacamos algunas tarjetas de boxeo de mi armario -¿te acuerdas de las tarjetas KO? Las coleccionamos.
‘Oye, ¿me pregunto si podríamos hablar con algunos de estos púgiles?’
Eso es lo que haces cuando estás aburrido en Kansas.
Llamamos al servicio de asistencia telefónica pero no tuvimos suerte hasta que dimos con la tarjeta de Mitch Green. Llamé al servicio de información de Nueva York.
La operadora dijo: ‘¿Qué listado necesita?’
‘Mitch Green’.
La operadora: ‘¿Es el Mitch Green de tal o cual calle?’
‘Erm, claro…’
Así que conectó la llamada. Suena el teléfono.
‘Hola, ¿es Mitch Green?’
‘Sí’.
‘¿El Mitch Green que boxea?’
‘Sí’.
Sólo dije: ‘Oye tío, soy un fan’.
En lugar de decir ‘chaval, eres un bicho raro’ tuvimos una conversación que fue muy bien. Luego seguimos en contacto.
¿Esa primera conversación? Le dije que había comprado algunos libros sobre Mike Tyson. Tyson y Green estarán vinculados a través del tiempo. Le hablé de eso. Le dije: «Has llegado hasta el final con Tyson».
Estuvo muy bien, muy relajado. Si le hacía una pregunta, no tenía ningún problema en responderla.
Tyson siempre será un punto doloroso para Mitch.
Entonces tenía su número de teléfono, así que de vez en cuando le llamaba y charlábamos.
Me preguntó qué pasaba en mi vida y desarrollamos una amistad por teléfono.
En julio de 1998 tuvo una pelea contra un tipo llamado Mike Dixon que ganó.
El teléfono sonó a las 2 de la madrugada. Mi madre entró en mi habitación con un teléfono inalámbrico.
Dijo: «Creo que es Mitch».
Me pasó el teléfono.
«¡Hey tío, he ganado mi pelea!»
Fue genial – pero Mitch no se había dado cuenta de que estábamos en zonas horarias diferentes. Donde él estaba, eran las 5 de la mañana.
‘Pero gracias por llamar, Mitch’.
De vez en cuando pasaba eso. Mitch llamaba a casa de mis padres en Kansas a todas horas.
Antes de conseguir mi nuevo número Mitch llamaba y mi madre le decía: ‘Se ha mudado a California’.
‘Lo siento, mamá’.
Al final lo solucionamos.
Lo he conocido en persona pero, lo raro es que durante mucho tiempo nuestra correspondencia fue por teléfono.
A finales de los 90 mi amigo estaba en la Universidad Estatal de Kansas haciendo una carrera de informática. Construimos un sitio web y una dirección de correo electrónico para Mitch.
Algunos correos electrónicos que recibimos decían: ‘¡Mitch, Tyson te ha pateado el culo!’
Pero otros decían: ‘¡Mitch eres el hombre!’
Poco a poco llegaban solicitudes de autógrafos. Yo llamaba a Mitch para decírselo. Él decía que sí o que no.
De vez en cuando, llegaban ofertas de lucha.
En 2005 recibí un correo electrónico y el asunto decía: ‘Quiero financiar tu regreso’.
Le pasé la información a Mitch. Se reunieron. Mitch fue a Florida a entrenar. Tenía una pelea preparada en Memphis. El hombre de negocios me llevó a Memphis también.
Diez años después, conocí a Mitch en persona por primera vez.
Mitch ganó su pelea por nocaut en el cuarto asalto.
- La historia de la «otra» pelea de Mike Tyson y Mitch Green de la que nunca has oído hablar
Lo raro de Mitch es que es muy discreto. Pero ponlo frente a una cámara y es un showman.
Lo vi en persona de nuevo en 2006. Recibí un correo electrónico de The Best Damn Sports Show Period que quería a Mitch. Después pasamos el rato en su hotel. Él no quería salir en Los Ángeles. Siendo discreto, se limitó a pasar el rato en el hotel y luego voló a casa.
Me encanta el tipo, pero puede ser su peor enemigo.
Mitch no quiere que la gente lo menosprecie, que lo vea bajo cierta luz.
Hablamos esporádicamente, no como antes, cuando hablábamos mensualmente. Le envío tarjetas durante las vacaciones o para su cumpleaños. Le llamo dos o tres veces al año, pero nuestras conversaciones ya no son tan largas.
Me dice: ‘Saluda a tu madre de mi parte’.
Todos estos años después sigue sintiéndose mal por llamar a mi casa a las dos de la madrugada.
Mitch vive en un dúplex en Jamaica, Queens, Nueva York. Su madre vive al lado. Creo que su hermano Jerry también está en la zona. Creo que tiene una novia porque cuando he llamado, ella ha contestado. Mitch tiene gente a su alrededor.
Es el rey en su entorno. Antes era un tipo grande, un tipo temido. ¿Ahora? Tiene 63 años, ha salido su lado más suave. Mitch es un buen tipo.
Siempre he querido ayudar a Mitch porque mucha gente le dio la espalda. Le conozco desde hace 25 años, pero sólo le he visto en persona dos veces. He estado en Nueva York dos veces pero Mitch no estaba disponible. Un día planeo volar y pasar tiempo con él. Eso tiene que ser más pronto que tarde.