El tiempo se ha detenido repentinamente para la expectante actriz Maya Rudolph.
Debido a su tercer hijo -un parto sorpresa- en julio, la autoproclamada «máquina de bebés» está buscando desesperadamente la línea de meta.
«Creo que estoy embarazada de 25 meses», bromeó la estrella de Bridesmaids, de 38 años, durante una reciente aparición en Chelsea Lately.
«Dos meses más… en años de perro, así que son 25. Sin embargo, el tiempo se me escapó hace 18 meses con la llegada de mi hija Lucille, y su inesperado y rápido parto dio lugar a un plan de parto para el que ni Rudolph ni Paul Thomas Anderson estaban preparados», recuerda Rudolph. «Por suerte, se deslizó hasta los brazos de su padre».
Y aunque el parto de Lucille pilló a Rudolph con la guardia baja, admite que hubo algo igual de impactante en la situación.
«Daba miedo, pero era algo impresionante», dice. «Los hospitales me ponen nerviosa porque creo que el hospital es igual a la muerte, que huele a gente muerta y a fluidos extraños que encurten a la gente».
Pero no fue hasta semanas después cuando toda la experiencia del parto en casa cerró el círculo, para sorpresa de Rudolph.
«Hay que poner la placenta en algún sitio y yo no lo sabía en ese momento, pero alguien la puso en mi congelador», se ríe. «Luego, un par de semanas después, abrí el congelador y me dije: ‘¿Qué es esa carne tan rara? Por lo visto, muchas culturas la comen. Yo no lo hice, así que no te preocupes, no soy un bicho raro».
– Anya Leon
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