La respuesta corta es sí, tienen rodillas. Sin embargo, la estructura y función de sus patas y rodillas requieren una respuesta mucho más compleja.

Las abejas tienen patas segmentadas que están unidas por diferentes articulaciones. La mayor de estas articulaciones es la más comparable a una rodilla humana. Técnicamente hablando, esto se considera las rodillas de la abeja.

En comparación con una rodilla humana

Nuestra comprensión o definición de lo que es una rodilla, se basa en la rodilla humana. La rodilla humana es la articulación principal en la sección media de la pierna. La rodilla es la articulación que une el fémur y la tibia. Nos ayuda a doblar las piernas y a movernos de forma natural.

Interesantemente, los diccionarios definen la rodilla como la articulación entre el fémur y la tibia de un insecto. Las abejas sí tienen segmentos en las patas llamados fémur y tibia. Esto confirma que, al menos técnicamente, las abejas tienen rodillas.

Las abejas tienen rodillas similares a las de los humanos tanto en su estructura como en su funcionalidad.

Una abeja sí tiene segmentos en las patas llamados fémur y tibia, como los humanos. La articulación que los une es la que más se asemeja a la rodilla humana, incluso en cuanto a su ubicación en la pata.

La anatomía de las patas de las abejas

Las abejas, como el resto de los insectos, tienen seis secciones en sus patas: la coxa, el fémur, el metatarso, el tarso, la tibia y el trocánter. La articulación más parecida a una rodilla se encuentra entre el fémur y la tibia. Se conoce como la articulación femoro-tibial y se dobla como una rodilla humana. Es el conector más grande y lo que permite que la zona inferior de la pierna y el pie se muevan.

Los abejas tienen tres pares de patas segmentadas. Están unidas al tórax con tres patas a cada lado. Tienen un conjunto delantero, medio y trasero. Dada la segmentación, la pata de una abeja es mucho más compleja que la de un humano.

Sin embargo, a diferencia de los humanos, las rodillas de las abejas no tienen rótulas. Hay que tener en cuenta que muchos animales no tienen rótulas y las articulaciones de sus patas siguen llamándose rodillas.

Funciones especiales de las patas de las abejas

Cada conjunto de patas cumple una función diferente y tiene áreas especializadas que ayudan en el proceso de recolección de polen o néctar. Por ejemplo, las patas delanteras tienen limpiadores de antenas, y las traseras cuentan con cestas de polen, conocidas como corbículas.

Para ayudar a la recolección de polen, las abejas tienen pelos en las rodillas que recogen el polen acumulado. Muchas especies de abejas tienen también panales en las patas centrales. Estos se utilizan para raspar el polen en las patas traseras.

Aunque la rodilla en sí misma no desempeña un papel único, contribuye al proceso general de recolección. Aparte del proceso de recolección, las patas de las abejas melíferas pueden utilizarse como mecanismo para mover o empujar a las abejas. Esto suele ser para cuando la colonia necesita retirar abejas muertas o indeseables de la colmena.

En las abejas recolectoras de aceite, utilizan los largos pelos de sus patas delanteras y medias para extraer el néctar o el aceite floral de las flores. Luego almacenan el aceite en los mechones de pelo situados en las patas traseras y regresan a la colmena.

Aunque la rodilla en sí no desempeña un papel único, sí contribuye al proceso general de recolección.

¿Por qué el término «rodillas de abeja»?

¿La frase «rodillas de abeja» tiene realmente alguna relación con las abejas? Bueno, no podemos estar seguros. El término se utilizó por primera vez en la década de 1920 en Estados Unidos y fue popular durante un breve periodo. Algunos especulan que las vibrantes bolas de polen que cuelgan en la parte inferior de las abejas obreras fueron la razón del término. Nadie sabe realmente el origen del término ni su relación con las rodillas reales de las abejas.

Resumen

Las abejas son antrópodos, lo que significa que sus cuerpos están segmentados y sus patas articuladas. Las abejas tienen rodillas que funcionan de forma bastante similar a las de los humanos, sin embargo, son mucho más complejas y tienen funciones especializadas.

Las rodillas en sí no tienen un propósito único, pero siguen desempeñando un papel en el proceso general de recolección de la colonia. Su articulación más parecida a la rodilla es la situada entre el fémur y el hueso de la tibia.

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