Lynn Hartman ha ofrecido una visión de su relación con la estrella de Making A Murderer Steven Avery, que actualmente está cumpliendo cadena perpetua sin libertad condicional.
Según su ex-prometida Lynn, Avery le exigía «sesiones de sexo de cuatro horas» y la marcaba con el grosero apodo de «mi vagina».
Lynn, de 56 años, también afirmó en una entrevista con Sun Online que Avery culpa a su sobrino Brandon Dassey de su encarcelamiento.
Avery fue condenado a cadena perpetua por matar a la fotógrafa Teresa Halbach, junto a Dassey, que tenía 16 años en ese momento.
El romance de la divorciada Lynn con Avery comenzó en febrero de 2016 cuando su hija la animó a ver la serie de Netflix Making A Murderer.
Se dice que Lynn se sintió tan conmovida por la historia que le escribió a Avery una carta y pronto surgió una relación a distancia entre la pareja.
Después de un mes Lynn dijo que Avery la llamaba ‘esposa’ y siete meses después se comprometieron.
Pero a pesar de que las cosas se movían rápidamente entre ellos, Lynn ha contado cómo se alarmó por varias ‘banderas rojas’.
Ha recordado a The Sun: «En una de nuestras primeras llamadas, corrí a contestar el teléfono y él dijo: ‘Ahí está mi vagina’. Su apodo era vagina o decía: ‘Ahí está mi p*ssy’. Le dije que eso no iba a ocurrir, que no se referiría a mí de esa manera, pero él quería llevar la conversación por la vía sexual».
Lynn también afirmó que Avery le había confesado que buscaba una mujer que le diera «sexo continuo durante cuatro horas al día». Pensaba que no tenía etiqueta social por haber estado tanto tiempo en la cárcel. Y me sentía especial porque me hablaba a mí de entre todas las mujeres que le escribían», dijo Lynn.
También afirmó que Avery le pagó un vuelo para que le viera en la Institución Correccional de Waupun, en Wisconsin.
En 2017 Lynn hizo una aparición en el programa de entrevistas estadounidense Dr Phil, donde describió a Avery como «el osito de peluche más dulce que he visto en mi vida»
Mientras que Avery, a través de un videoteléfono dijo: «No he estado enamorado en toda mi vida como lo que sentía por Lynn. Todo es diferente con ella».
Pero poco después de su demostración de amor, la pareja confirmó su separación.
Lynn dijo a Inside Edition que tuvo que poner fin a la relación porque «vi señales que me preocupaban».
Más tarde describió a Avery como «manipulador» y dijo que la llamaba hasta 25 veces al día.
La amiga de Avery, Sandra Freeman, publicó en Facebook para criticar las afirmaciones y dijo: «ha estado en esta relación por dinero y publicidad.
«¡¡¡Por fin se le han abierto los ojos!!!», añadió – en un mensaje que, según ella, era del propio Avery.
Lynn afirma que sigue recibiendo abusos online de trolls que critican su relación con el convicto.
Dice que la han llamado de todo, desde «cazafortunas» hasta «acaparadora de dinero», ****.»
La abogada de Avery, Kathleen Zellner, ha rechazado las afirmaciones de Lynn, diciendo a Sun Online: «Steven Avery nunca ha culpado a Brendan aunque la publicidad creada por Ken Kratz con su conferencia de prensa previa al juicio, detallando la confesión de Brendan, fue increíblemente perjudicial para su caso.
«Hemos demostrado que las pruebas forenses refutan la confesión de Brendan. Steven siente una enorme empatía por Brendan y sabe que su confesión fue coaccionada.
«Las cartas auténticas de Steven, que tenemos, no indican ninguna obsesión por el sexo. También estamos en posesión de las cartas de Hartman a Steven que ilustran que la gente en casas de cristal no debería tirar piedras.
«La prisión no emite órdenes sólo los tribunales lo hacen. Steven rompió la relación con Hartman hace casi 3 años. Ella sigue hablando. La ha olvidado por completo y ha seguido adelante.
«Steven es considerado un preso modelo. No tiene antecedentes disciplinarios. El personal de la prisión no ha observado nunca estallidos violentos por su parte.
«Los 15 minutos de fama de la Sra. Hartman expiraron hace bastante tiempo. Su comportamiento reafirma el viejo adagio ‘el infierno no tiene furia como una mujer despreciada’. Le recomendamos el yoga, una dieta rica en fibra y un poco de meditación seria.»