De bonepath

Saltar a: navegación, búsqueda

La sífilis congénita es la infección por la bacteria Trepanema palladium, transmitida de una madre venéreamente sifilítica a su feto#1 (Mansilla y Piljoan, 1995; Hillson et al., 1998; Roberts y Manchester 2005). Se calcula que el 50% de los casos modernos de sífilis congénita no viven más allá de los cinco años de edad (Mansilla y Piljoan, 1995). Tal vez como resultado de la alta tasa de mortalidad de la enfermedad, se estima además que la manifestación esquelética de la enfermedad afecta sólo a alrededor del 5% de los niños infectados (Lewis, 2004).

La representación craneal y dental de la sífilis congénita está bien documentada. Las anomalías dentales incluyen una serie de anormalidades en la deposición del esmalte, que se manifiestan como incisivos de Hutchinson, molares de Moon y molares de mora (Hillson et al., 1998). Los incisivos de Hutchinson son incisivos centrales cuyo mamelón medio (o «dentículo») suele estar ausente, creando una muesca en el centro del borde incisal. Sin embargo, existen múltiples expresiones de este rasgo. Otras variantes son: esmalte apical que se desgasta rápidamente (poco mineralizado); coloración «sucia»; ligera depresión en el aspecto labial del borde incisal; alguna combinación del borde incisal con muesca y deprimido. Los caninos permanentes también pueden expresar algunos de estos defectos en cierto grado. Los molares de Moon son primeros molares permanentes cuyos ápices de las cúspides están más apretados de lo normal, dando lugar a una corona que es más ancha en su base. Por último, los molares de mora son primeros molares permanentes cuyas coronas apicales son severamente hipoplásicas, pero por lo demás son normales desde el último tercio de la corona hacia las raíces. Hillson y sus colegas (1998) consideran los incisivos de Hutchinson y los molares de Moon como indicadores inequívocos de sífilis congénita. Los molares de Moon, aunque posiblemente estén asociados a la sífilis, también podrían ser una «hipoplasia de forma plana» (Hillson y Bond, 1997), y podrían tener otras causas (Roberts y Manchester, 2005).

La sífilis congénita también puede tener una serie de efectos en el cráneo. Los casos arqueológicos han mostrado periostitis de los huesos neurocraneales (Jacobi et al., 1992; Mansilla y Piljoan, 1995). Si la infección se extiende a las meninges en la primera infancia, puede producirse hidrocefalia (Mansilla y Piljoan, 1995; Lewis 2004). La rinitis sifilítica es una infección de la mucosa nasal transmitida por la sífilis, que causa la atrofia o malformación de los huesos y cartílagos perinasales, apareciendo como una «nariz en silla de montar» (posiblemente manifiesta en el individuo 96-11-013; Horne, 1954; Fiumara y Lessell, 1983; Mansilla y Piljoan, 1995). Otros síntomas incluyen «erosiones circunscritas» endo y ectocraneales (Mansilla y Piljoan, 1995:189), un maxilar corto y un arco palatino alto (Fiumara y Lessell, 1983).

Los individuos 96-11-013 y -163 muestran anormalidades que sugieren sífilis congénita, aunque no se puede hacer un diagnóstico seguro simplemente sobre la base de la evidencia craniodental.

Ejemplos de la Colección Ford

  • 96-11-013
  • 96-11-163

Fiumara NJ y Lessell S. 1983. Los estigmas de la sífilis congénita tardía: Un análisis de 100 pacientes. Sexually Transmitted Diseases 10: 126-129.

Hillson S y Bond S. 1997. Relationship of enamel hypoplasia to the pattern f tooth crown growth: A discussion. American Journal of Physical Anthropology 104: 89-104.

Hillson S, Grigson C, y Bond S. 1998. Defectos dentales de la sífilis congénita. American Journal of Physical Anthropology 107: 25-40.

Horne GO. 1954. Differential Diagnosis of Facial and Dental Manifestations in Congenital Syphilis. Archives of Disease in Childhood 29: 123-126.

Jacobi KP, Cook DC, Corruccini RS, and Handler JS. 1992. Congenital Syphilis in the Past: Slaves at Newton Plantation, Barbados, West Indies. American Journal of Physical Anthropology 89: 145-158.

Lewis ME. 2004. Endocranial Lesions in Non-adult Skeletons: Understanding their Aetiology. International Journal of Osteoarchaeology 14: 82-97.

Mansilla J y Pijoan CM. 1995. Comunicación breve: Un caso de sífilis congénita durante el periodo colonial en la ciudad de México. American Journal of Physical Anthropology 97: 187-195.

Roberts C y Manchester K. 2005. The Archaeology of Disease, 3rd ed. Ithaca: Cornell University Press

Recuperado de «http://webservices.itcs.umich.edu/mediawiki/bonepath/index.php/Congenital_Syphilis»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.