En 1978, la Comisión Costera de California exigió que se construyera un camino público por encima de un revestimiento de roca de la costa para que el público pudiera llegar a la playa al otro lado de la playa de Latigo, donde el acceso lateral estaba bloqueado por el revestimiento. Este camino se proporcionó durante un tiempo, pero luego una de las escaleras fue destruida en 1986, y la Asociación de Propietarios de Tivoli Cove no proporcionó ni mantuvo la escalera como se requiere en el permiso, y, al hacerlo, no proporcionó el camino.

En su lugar, la Asociación de Propietarios de Tivoli Cove colocó carteles que impedían el acceso, trató el resto de la escalera y el camino de acceso como privados y, además, permitió que las rocas y otros restos de su revestimiento y de la antigua escalera de acceso llegaran a la playa pública, bloqueando también el acceso. Durante décadas, las violaciones de Tivoli Cove han continuado, y a menudo han provocado que el público no pueda caminar hasta el extremo occidental de la playa de Látigo. Este acceso bloqueado ha afectado especialmente a los surfistas que visitan Latigo Point en el extremo occidental de la playa para disfrutar de las olas. A medida que el nivel del mar siga subiendo, el impacto de este revestimiento y de los escombros en la playa no hará más que aumentar. El capítulo de Surfrider en Los Ángeles ha trabajado en la restauración del acceso y en la concienciación sobre este problema durante décadas.

Finalmente, el personal de la Comisión Costera ha llegado a una resolución con la HOA. Tivoli Cove acordó cumplir con su permiso original y la Ley de Costas para construir la escalera oriental requerida, instalar las señales de acceso público requeridas, eliminar el desarrollo no permitido que obstruye el camino público, y eliminar las rocas y otros escombros que están bloqueando el acceso en la playa. La Asociación de Propietarios también aceptó proporcionar una serie de servicios de acceso público que no se exigen en el permiso original, pero que pretenden mitigar la pérdida de acceso público durante años; entre ellos, una ducha pública, una fuente de agua potable pública, dos bancos para uso público y dos carteles interpretativos para el público, y, además, ampliar el camino público de 1,2 a 1,5 metros. Por último, la Asociación de Propietarios ha acordado pagar una sanción administrativa de 925.000 dólares para hacer frente a la pérdida de acceso público. El personal de la Comisión considera que el valor combinado de la sanción y la mitigación supera los 1,2 millones de dólares.

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