¿Qué le pasó a Micheal Ray? es un documental estadounidense producido en 2000 por NBA Entertainment sobre el ascenso y la caída del base All-Star Micheal Ray Richardson. La película fue escrita por Larry Weitzman y codirigida por Weltzman y Jim Podhoretz. La película está narrada por Chris Rock.
Larry Weitzman &Jim Podhoretz
NBA Entertainment
Larry Weitzman
Chris Rock
Estados Unidos
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Rock, un neoyorquino de nacimiento, está fascinado por la llegada de Micheal Ray Richardson a la escena deportiva de Nueva York. Richardson era un jugador de baloncesto universitario relativamente desconocido de la Universidad de Montana -apodado «Sugar»- que había sido reclutado por los Knicks de Nueva York con la cuarta elección global en el Draft de la NBA de 1978. Según el documental y el primer entrenador Willis Reed, Richardson podía compararse favorablemente con la leyenda de los Knicks y el hombre de la ciudad Walt Frazier («Clyde»). En su año de novato, Richardson funcionó mejor fuera de la cancha que dentro, pero en su segundo año, floreció hasta convertirse en un All-Star, liderando la NBA tanto en asistencias como en robos y teniendo un gran parecido no sólo con Clyde, sino con Earvin «Magic» Johnson, otro base alto y versátil. Johnson cuenta claramente lo difícil que era jugar contra Richardson. Isiah Thomas, otro base superestrella contemporáneo, en la misma línea dice simplemente: «Era Sugar Ray, tío. Era dulce».
Richardson volvió a ser All-Star en su tercer año, 1980-81, pero una mala actuación de los Knicks en los playoffs de ese año llevó al equipo a intercambiar a los dos amigos más cercanos de Richardson en el equipo, Ray Williams y Mike Glenn, lo que a su vez, según la película, contribuyó a que el ansioso por complacer a Richardson se convirtiera en un drogadicto. A Richardson le resultaba difícil aceptar el rechazo profesional; una anécdota especialmente conmovedora es la de su primer entrenador en Montana, Jud Heathcote. Cuando Heathcote aceptó el puesto de entrenador jefe en Michigan State, Richardson acudió a él llorando de incredulidad y preguntando si los rumores de la marcha del entrenador eran ciertos. Heathcote trató de desengañar a Richardson de la idea de que era como un padre para el jugador. Richardson respondió diciéndole a Heathcote: «Entrenador, tiene que recordar que no tengo padre».
Los Knicks y Richardson retrocedieron juntos en 1981-82, y los Knicks traspasaron a Richardson a los Golden State Warriors al comienzo de la temporada 1982-83.