Las prácticas de la mente y el cuerpo son un grupo amplio y diverso de procedimientos o técnicas que son administradas o enseñadas por un profesional o maestro capacitado. Algunos ejemplos son la acupuntura, la terapia de masaje, la meditación, las técnicas de relajación, la manipulación de la columna vertebral, el tai chi y el yoga.

Los resultados de la investigación sugieren que varias prácticas de mente y cuerpo son útiles para una variedad de condiciones. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • La acupuntura puede ayudar a aliviar tipos de dolor que suelen ser crónicos, como el dolor lumbar, el dolor de cuello y la osteoartritis/dolor de rodilla. La acupuntura también puede ayudar a reducir la frecuencia de las cefaleas tensionales y a prevenir las migrañas.
  • La meditación puede ayudar a reducir la presión arterial, los síntomas de ansiedad y depresión y los síntomas del síndrome del intestino irritable y los brotes en personas con colitis ulcerosa. La meditación también puede beneficiar a las personas con insomnio.
  • El tai chi parece ayudar a mejorar el equilibrio y la estabilidad, a reducir el dolor de espalda y el dolor de la osteoartritis de rodilla, y a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas.
  • El yoga puede beneficiar el bienestar general de las personas al aliviar el estrés, apoyar los buenos hábitos de salud y mejorar la salud mental/emocional, el sueño y el equilibrio. El yoga también puede ayudar con el dolor lumbar y el dolor de cuello, la ansiedad o los síntomas depresivos asociados a situaciones difíciles de la vida, a dejar de fumar y a la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas.

Las prácticas mentales y corporales suelen tener un buen historial de seguridad cuando las realiza correctamente un profesional capacitado o las enseña un instructor bien cualificado. Sin embargo, el hecho de que una práctica sea segura para la mayoría de las personas no significa necesariamente que sea segura para usted. Sus condiciones médicas u otras circunstancias especiales (como el embarazo) pueden afectar a la seguridad de una práctica de mente y cuerpo. Al considerar las prácticas de mente y cuerpo, pregunta por la formación y la experiencia del practicante o maestro, y habla con esa persona sobre tus necesidades individuales. Además, no utilice una práctica de mente y cuerpo para posponer la visita a un proveedor de atención médica por un problema de salud.

Tome las riendas de su salud: hable con sus proveedores de atención médica sobre cualquier enfoque de salud complementario que utilice. Juntos, pueden tomar decisiones compartidas y bien informadas.

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