3. Discusión

La hernia obturatriz es una hernia pélvica muy poco frecuente.1 Con el apodo de «hernia de la viejecita», suele darse en mujeres multíparas y ancianas demacradas Es 9 veces más frecuente en el sexo femenino debido a su pelvis más ancha, a la abertura más triangular del canal obturatriz y al mayor diámetro transversal. Otros factores de riesgo son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el estreñimiento crónico y la ascitis. La hernia obturatriz es un reto diagnóstico porque los signos y síntomas suelen ser inespecíficos. El síntoma clínico cardinal es la obstrucción intestinal aguda. El curso clínico suele manifestarse por una obstrucción aguda del intestino delgado, dolor en la cara medial del muslo debido a la compresión del nervio obturador. Esto se denomina signo de Howships Romberg, historia de ataques recurrentes de obstrucción intestinal, masa palpable en la ingle.3 Este paciente se presentó con quejas de obstrucción intestinal aguda, con historia de ataques recurrentes de obstrucción intestinal. El diagnóstico precoz es un reto cuando los síntomas y signos son inespecíficos. Se han aplicado varias modalidades de imagen para establecer el diagnóstico, incluyendo la ecografía, la herniografía y la TC. Entre ellas, la TC tiene una sensibilidad y precisión superiores.4

El único tratamiento para la hernia obturadora es la cirugía. Hay una variedad de enfoques operativos que incluyen el inguinal, el retropúbico y el transperitoneal.4,5 En el contexto de la emergencia, el enfoque abdominal a través de una incisión en la línea media baja es el más favorecido, ya que permite la exposición adecuada del anillo obturador, así como la identificación y resección de cualquier intestino isquémico. En este caso se realizó una laparotomía a través de una incisión en la línea media baja. Recientemente, la cirugía laparoscópica para la hernia obturadora se ha convertido en otro enfoque alternativo 7. Las ventajas de la cirugía laparoscópica incluyen un menor dolor postoperatorio, una estancia hospitalaria más corta y menos complicaciones. Sin embargo, suele reservarse para la hernia no estrangulada debido a que las técnicas son más difíciles y la curva de aprendizaje es más larga. Se han descrito tanto abordajes transabdominales como extraperitoneales. El abordaje transabdominal es apropiado para el contexto de la emergencia, ya que permite la exploración de la cavidad abdominal, el diagnóstico de la causa de la obstrucción intestinal, la reducción de la hernia, la inspección minuciosa y la identificación del intestino isquémico, y la resección del intestino si es necesario.2 El abordaje laparoscópico total extraperitoneal (TEP) es más factible si el diagnóstico se establece antes de la cirugía en pacientes sintomáticos. La mayoría de las veces, la hernia obturadora se detecta durante la reparación por TEP de las hernias inguinales. Esto refleja la importancia de inspeccionar todos los orificios miopectíneos durante el abordaje TEP para permitir el diagnóstico y la reparación de las hernias obturadoras asintomáticas.6 Los métodos de reparación incluyen el cierre con sutura simple, el cierre del obturador con tejido adyacente y la sustitución de la malla durante la laparotomía.8 Muchos autores prefirieron un cierre simple del defecto herniario con una o más suturas interrumpidas, en caso de resección intestinal.4,7 En este caso hicimos la sutura simple y el resultado fue satisfactorio.

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