Fujimori, que salió bajo fianza de la cárcel de mujeres de la capital, Lima, con una mascarilla y guantes blancos, había anunciado antes en Twitter que saldría directamente del centro para hacerse una prueba de coronavirus antes de volver a casa.

La liberación de la dirigente de 44 años se produjo cuatro días después de que un tribunal le concediera una fianza de 70.000 soles (20.000 dólares).

Fujimori había pedido su libertad por temor a contraer el novedoso coronavirus en la cárcel de mujeres de Chorrillos.

«Lo primero que voy a hacer después de salir y (antes de) llegar a casa es someterme a una prueba molecular para no poner en riesgo a mi familia», escribió Fujimori, madre de dos hijos, en Twitter.

Fujimori fue encarcelada en enero apenas dos meses después de ser liberada de una prisión preventiva anterior de 13 meses.

La que fuera la política más popular de Perú, está acusada de aceptar 1.2 millones de dólares en financiación ilícita del partido por parte del gigante brasileño de la construcción Odebrecht para su infructuosa campaña electoral presidencial de 2011.

Odebrecht está envuelta en un amplio escándalo de corrupción y ha admitido haber pagado cientos de millones de dólares en sobornos para conseguir jugosos contratos en 12 países.

Al menos 29 millones de dólares fueron pagados a funcionarios peruanos desde 2004, incluso para sobornar a cuatro ex presidentes, ha dicho la empresa.

Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y el fallecido Alan García han sido implicados en el escándalo.

La televisión peruana mostró imágenes de un empleado de un laboratorio privado que esperaba en la puerta de la casa de Fujimori para hacerle pruebas del nuevo coronavirus.

Se le ha prohibido vivir en la misma casa que su esposo estadounidense Mark Villanella, ya que es investigado en el mismo caso.

(AFP)

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