La DBL es una enfermedad multisistémica y suele requerir un enfoque de tratamiento integral, es decir, un equipo de médicos de diferentes especialidades, que colaboran para proporcionar un tratamiento óptimo de cada síntoma sin empeorar otros síntomas de la DBL. Un plan de tratamiento integral puede incluir medicamentos, terapia física, ocupacional, del habla o de otro tipo, y asesoramiento.

Medicamentos

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Hay muchos tratamientos que pueden ayudar con los síntomas; todos los medicamentos recetados para la DBL están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar los síntomas de otras enfermedades, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Estos medicamentos pueden ofrecer beneficios sintomáticos para los cambios cognitivos, de movimiento, de sueño, de estado de ánimo y de comportamiento en la DBL. Todavía no existen medicamentos que ralenticen o detengan la progresión de la LBD.

Síntomas cognitivos

Los medicamentos denominados inhibidores de la colinesterasa se consideran el tratamiento estándar para los síntomas cognitivos de la LBD. Estos medicamentos se desarrollaron para tratar la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, algunos investigadores creen que las personas con LBD pueden ser incluso más receptivas a este tipo de medicamentos que las que padecen Alzheimer. A veces, estos medicamentos también ayudan a controlar los problemas de comportamiento y las alucinaciones. Otro medicamento que puede ser útil es la memantina (Namenda).

Síntomas de movimiento

Los síntomas de movimiento pueden tratarse con un medicamento para el Parkinson llamado carbidopa/levodopa (Sinemet), pero si los síntomas son leves, puede ser mejor no tratarlos para evitar posibles efectos secundarios de la medicación.

Alucinaciones visuales

Si las alucinaciones no son molestas, puede que no sea necesario tratarlas. Sin embargo, si son aterradoras o crean cambios de comportamiento desafiantes, el médico puede recomendar un tratamiento. Los inhibidores de la colinesterasa son a veces eficaces en el tratamiento de las alucinaciones y otros síntomas psiquiátricos de la LBD. Además, pueden probarse los nuevos medicamentos antipsicóticos «atípicos». La mayoría de los expertos en DBL prefieren la quetiapina o la clozapina cuando el tratamiento es necesario por motivos de seguridad o de calidad de vida. Hay que tener cuidado para encontrar la dosis efectiva más baja en esta situación. Un medicamento más nuevo, la pimavanserina, fue aprobado para tratar la psicosis en la enfermedad de Parkinson; están pendientes los resultados de otro ensayo clínico de este medicamento en personas con demencia y psicosis.
Mientras que los medicamentos antipsicóticos «tradicionales» más antiguos, como la torazina y el haloperidol, se prescriben comúnmente para los pacientes de Alzheimer con comportamiento perturbador, estos medicamentos pueden causar efectos secundarios graves en aquellos con LBD. Por este motivo, deben evitarse los medicamentos antipsicóticos tradicionales más antiguos, como el haloperidol. Para obtener más información sobre este tema, lea la publicación de la LBDA, «Treatment of Behavioral Symptoms: Cuándo considerar los medicamentos antipsicóticos».
ADVERTENCIA: Hasta el 50% de los pacientes con LBD tratados con cualquier medicamento antipsicótico pueden presentar una reacción grave, como empeoramiento de la confusión, sedación intensa y aumento del parkinsonismo o posiblemente irreversible. Si se produce fiebre severa o rigidez muscular, póngase en contacto con su médico inmediatamente; puede tener una condición potencialmente mortal que se trata con la interrupción del medicamento.

Trastorno del comportamiento durante la fase de sueño (RBD)

El RBD puede responder bastante bien al tratamiento, por lo que su médico puede recomendarle un medicamento como la melatonina y/o el clonazepam.

Consideraciones especiales sobre el tratamiento

Efectos secundarios de los medicamentos

Hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios. Los siguientes medicamentos pueden causar sedación, deterioro motor o confusión:

  • Benzodiazepinas, tranquilizantes como diazepam y lorazepam
  • Anticolinérgicos (antiespasmódicos), como oxibutinina y glicopirrolato
  • Antidepresivos más antiguos
  • Ciertos medicamentos de venta libre, incluyendo difenhidramina y dimenhidrinato.
  • Algunos medicamentos, como los anticolinérgicos, la amantadina y los agonistas de la dopamina, que ayudan a aliviar los síntomas parkinsonianos, podrían aumentar la confusión, los delirios o las alucinaciones.

Cirugía y anestesia

Cirugía y anestesia Asegúrese de reunirse con su anestesista antes de cualquier intervención quirúrgica para hablar sobre la sensibilidad a la medicación y los riesgos exclusivos de la LBD. Las personas con LBD a menudo responden a ciertos anestésicos y a la cirugía con estados agudos de confusión o delirio y pueden tener una caída repentina y significativa de las capacidades funcionales, que puede o no ser permanente.
Las posibles alternativas a la anestesia general incluyen un bloqueo espinal o regional. Estos métodos tienen menos probabilidades de provocar confusión postoperatoria. Si se le indica que deje de tomar todos los medicamentos antes de la cirugía, consulte con su médico para desarrollar un plan de retirada cuidadosa.

Otros tipos de tratamiento

  • Las intervenciones en el estilo de vida incluyen seguir una dieta saludable, hacer ejercicio y mantenerse socialmente activo.
  • La fisioterapia incluye ejercicios cardiovasculares, de fortalecimiento y de flexibilidad, así como entrenamiento de la marcha.
  • La logopedia puede mejorar el bajo volumen de la voz, la mala enunciación, la fuerza muscular y las dificultades para tragar.
  • La terapia ocupacional ayuda a mantener las habilidades y promueve la capacidad funcional y la independencia.
  • La música y la aromaterapia pueden reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
  • La psicoterapia individual y familiar puede ser útil para aprender estrategias para manejar los síntomas emocionales y conductuales y para ayudar a hacer planes que aborden las preocupaciones individuales y familiares sobre el futuro.
  • Los grupos de apoyo pueden ser útiles para que los cuidadores y las personas con LBD identifiquen soluciones prácticas a las frustraciones cotidianas y obtengan apoyo emocional de otros.

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