Familiar para las personas religiosas y seculares por igual, no hay descanso para los malvados se utiliza a veces más fiel a sus orígenes bíblicos para animar a los niños a comportarse o en referencia al castigo de los criminales.
Como refrán informal, no hay descanso para los malvados se utiliza en el discurso y la escritura para comentar cómo una carga de trabajo en última instancia, aumenta si una persona tiene una mala ética de trabajo. Puede aplicarse con ironía (Me he dormido y ahora tengo que quedarme hasta tarde en el trabajo. ¡No hay descanso para los malvados!) o utilizarse para amonestar a alguien (Has faltado a clase y ahora tienes que copiar toda la lección a mano. No hay descanso para los malvados)
Tal vez más comúnmente, no hay descanso para los malvados se utiliza como una frase humorística emitida cuando alguien está simplemente muy ocupado o para caracterizar que siempre hay trabajo por hacer (por ejemplo, El informe de fin de año está terminado. Ahora, a empezar a recoger los datos para el del año que viene… No hay descanso para los malvados). En este uso, wicked quizás implica lo opuesto a la persona malvada del proverbio original o de la primera versión extendida: personas que simplemente no pueden estar ociosas y siempre tienen mucho que hacer en sus vidas.
Como sugiere el álbum de Osbourne, no hay descanso para los malvados se ha utilizado como título de numerosas obras creativas, incluyendo canciones, álbumes, episodios de televisión, webcomics y películas, incluyendo el webcomic de fantasía de 2003 de Andrea Peterson y una canción de 2014 de la intérprete sueca Lykke Li. Evocando el sentido original del proverbio, los títulos suelen aplicarse a obras sobre personas malvadas o con defectos que se esfuerzan por completar algo a pesar de sus fallos.
Más ejemplos de no hay descanso para los malvados:
«Además de producir, escribir y filmar, mi marido y yo pensamos que sería una gran idea vender nuestra casa de Los Ángeles y mudarnos a… espera… ¡Austin, Texas! Sí, un estado completamente nuevo. Probablemente no fue el mejor momento, pero no hay descanso para los malvados.»
-Maryse Ouellet, People, marzo de 2018