Ciclo vital de los neurópteros
Los huevos de los neurópteros pueden ser depositados de forma suelta en un suelo ligero, cementados directamente a una superficie, o cementados en el extremo de un tallo producido por las glándulas del aparato reproductor de la hembra. Durante el proceso de cementación, la hembra coloca la punta del abdomen sobre una superficie y comienza a exudar un líquido viscoso. A continuación, levanta su abdomen lentamente para arrastrar el fluido hasta formar un delgado filamento. El fluido se endurece rápidamente y el huevo se adhiere por su extremo posterior a la parte superior del filamento.
Las larvas eclosionan al cabo de 5-14 días, a menos que el huevo esté en fase de hibernación. En algunas familias, la larva utiliza una porción engrosada de la cutícula para romper el huevo, mientras que en otras el huevo simplemente se rompe. En general, hay tres estadios larvarios en los neurópteros. La primera dura unos días, la segunda unos días o durante los meses de invierno, mientras que la tercera varía, dependiendo de la especie, de semanas a meses.
Las larvas de los neurópteros son carnívoras y de vida libre, con la excepción de la familia acuática Sisyridae, que tiene larvas parásitas en esponjas de agua dulce. Normalmente, una larva de neuróptero succiona el contenido de su presa, dejando sólo una piel hueca. Aunque muchas larvas de crisopa son nocturnas y no necesitan camuflaje, otras especies transportan desechos en cuerpos adaptados para ello. En una familia los desechos flotan en los pelos y son atrapados, mientras que en otra la larva toma los desechos en sus mandíbulas y los coloca en su espalda. En otra familia, las larvas están ligeramente cubiertas en el suelo. Las larvas de los hormigueros cavan pozos cónicos en la tierra ligera y seca o en la arena. Arrojan vigorosamente la tierra con la cabeza, y luego se tumban en el hoyo, con el cuerpo cubierto y las mandíbulas listas para agarrar una hormiga o cualquier otra presa que pueda caer dentro. Si un cautivo intenta escapar trepando por la pared del foso, el hormiguero utilizará su cabeza para arrojarle tierra, haciendo que la presa vuelva a caer en el foso.
La larva del neuróptero teje un doble capullo exudando seda blanquecina o amarillenta por el ano. En primer lugar, se hila un capullo poco tupido y se sujeta a una superficie. A continuación, la larva hila un segundo capullo de tejido apretado dentro del primero. Esta doble construcción es típica de los neurópteros. Las paredes de los dos capullos pueden estar muy juntas o separadas, según la especie. La larva puede pasar la fase prepupal de varios días o meses dentro del capullo antes de que se produzca la muda pupal. Las extremidades de la pupa están libres (exaradas). En algunas especies la pupa estalla del capullo, pero la mayoría de las especies utilizan sus mandíbulas funcionales para masticar un agujero de salida. Los adultos aparecen cuando la pupa sale del capullo o después de haber alcanzado una posición adecuada. Algunas especies tienen dos o más nidadas al año, aunque el ciclo vital no supera los 12 meses. El apareamiento puede producirse en cualquier momento de la vida de la hembra adulta y, en algunas especies, ésta retiene los huevos fecundados en su cuerpo hasta que las condiciones meteorológicas son adecuadas.