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Casi siete años después de que matara a sus padres y a sus tres hermanos pequeños -disparando a su madre mientras dormía, y luego dirigiendo el rifle hacia su hermano y sus dos hermanas antes de estar al acecho durante horas para emboscar a su padre después de que regresara del trabajo- Nehemías Griego fue condenado a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional.

En un memorando de sentencia de 16 páginas y una decisión presentada en el Tribunal del 2º Distrito Judicial el viernes, la jueza Alisa Hart dictaminó que Griego, ahora de 22 años, debería cumplir tres sentencias de cadena perpetua concurrentes por abuso de menores que resultaron en la muerte de sus tres hermanos, de 2 a 9 años. También lo condenó a siete años por matar a cada uno de sus padres. Esas sentencias serán concurrentes entre sí pero consecutivas a las cadenas perpetuas.

El estado había solicitado la pena máxima de 120 años.

Griego obtendrá crédito por los 2.476 días – seis años y 285 días – que ya ha pasado entre rejas.

En total, cumplirá 30 años, antes de poder salir en libertad condicional.

La decisión de la jueza Hart se produce poco más de dos semanas después de una audiencia que duró todo el día y en la que los familiares y amigos de los padres de Griego, las fuerzas del orden, los abogados defensores y los fiscales discutieron sobre la cantidad de tiempo en prisión que debería cumplir, si es que lo hace. Griego también se dirigió al tribunal y se disculpó con sus tres hermanas mayores y agradeció a sus tíos y tías por estar a su lado.

En su sentencia, Hart lamenta que no exista un centro en el estado que proporcione tratamiento a Griego y que al mismo tiempo garantice que no pueda escapar y cometer futuros actos de violencia.

En una declaración enviada por correo electrónico, el defensor público de Griego, Stephen Taylor, se refirió a estas declaraciones.

«La jueza aquí está diciendo que ella habría estado dispuesta a dar a Nehemías la libertad condicional en un centro de tratamiento cerrado, pero ese tratamiento no existe en Nuevo México», escribió. «Eso la obligó a colocar a Nehemías ‘con los delincuentes violentos más graves’ en un sistema penitenciario donde no recibirá el tratamiento informado por el trauma que ha demostrado funcionar para los jóvenes delincuentes. Y se dará cuenta de que calificó de ‘angustiosa’ la decisión de enviarlo a prisión».

Los fiscales, sin embargo, elogiaron la sentencia.

«Ahora que este acusado ya no amenazará la seguridad de nuestra comunidad, debemos centrar nuestra atención en ayudar a los afectados directamente por su tragedia», escribió en un correo electrónico Michael Patrick, portavoz de la Oficina del Fiscal del Distrito.

Casi libre

Griego estuvo a punto de salir en libertad cuando cumplió 21 años, en marzo de 2018.

Un juez del Tribunal de Menores consideró inicialmente que Griego, que tenía 15 años cuando mató a su familia, era susceptible de tratamiento y lo sentenció como menor de edad después de que se declarara culpable de dos cargos de asesinato en segundo grado y tres cargos de abuso infantil intencional con resultado de muerte.

Sin embargo, la Fiscalía General apeló esa decisión, y 11 días antes de que Griego fuera liberado de la custodia estatal, el Tribunal de Apelaciones de Nuevo México ordenó al juez celebrar otra audiencia y tener en cuenta la naturaleza violenta y espeluznante de sus crímenes.

Cinco días después de esa audiencia, el juez del Tribunal de Menores se recusó a sí mismo del caso tras mantener una conversación con un testigo experto de la defensa.

El caso fue reasignado a la jueza Hart y en agosto determinó que Griego debía ser condenado como adulto.

‘Un riesgo demasiado grande’

A lo largo de las numerosas audiencias celebradas en este caso, Taylor, el abogado de Griego, ha argumentado que su cliente fue sometido a «importantes abusos, aislamiento y la glorificación de la violencia» cuando era niño. Además, casi todo el mundo está de acuerdo en que Griego se comprometió a seguir un tratamiento mientras estaba en el centro de detención de menores y «estaba abierto a cambiar sus ideas y su comportamiento», según el memorando de sentencia.

En la audiencia de sentencia del mes pasado, Taylor destacó la falta de servicios y de tratamiento de salud mental en el sistema penitenciario y, en cambio, instó a Hart a condenar a Griego a la libertad condicional y a enviarlo a un programa fuera del estado que continuara su tratamiento.

Sin embargo, Hart decidió en última instancia que esa opción «pondría a la sociedad en un riesgo demasiado grande», ya que no estaría bajo llave.

Por lo tanto, escribió, «el tribunal esencialmente no tiene otra opción que proteger a la sociedad a expensas de que el acusado continúe su tratamiento informado sobre el trauma, ya que ese tratamiento específico y sofisticado no está disponible en el Departamento de Correcciones. Una sentencia que se ocupe del castigo y proporcione la protección inmediata de la sociedad, basada en el nivel actual de rehabilitación del acusado, probablemente deshará el trabajo realizado a través del sistema juvenil y pondrá al público en mayor riesgo en el futuro. El Tribunal reconoce los fallos creados por la opción de encarcelamiento y preferiría una alternativa diferente que permitiera un tratamiento continuado en un entorno cerrado, si existiera».

Como ese tipo de opción de tratamiento no existe, Hart condenó a Griego a tres cadenas perpetuas cumplidas simultáneamente. Según las directrices de sentencia, debe cumplir al menos 30 años, sin la posibilidad de crédito de tiempo bueno, antes de que pueda tener la opción de la libertad condicional.

«En un caso como éste, una revisión de la libertad condicional es necesaria como protección para asegurar la liberación sólo en un punto en el que el público no será sometido a un riesgo irrazonable de violencia», escribió Hart. «En consecuencia, la sentencia del acusado incluirá una cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional.»