Tendencia a resistirse a cumplir con las indicaciones o sugerencias.
El negativismo es un comportamiento caracterizado por la tendencia a resistirse a las indicaciones de los demás, y la negativa a cumplir con las peticiones. El negativismo aparece y disminuye en varias etapas del desarrollo de una persona. El negativismo activo, es decir, el comportamiento que se caracteriza por hacer lo contrario de lo que se pide, es frecuente en los niños pequeños. Por ejemplo, un padre puede pedir a un niño pequeño que se aleje del patio de recreo para volver a casa; al oír estas instrucciones, el niño demuestra negativismo activo huyendo.
Los estudios han revelado que el negativismo se desarrolla durante el primer año de vida, y resurge durante la infancia y de nuevo durante la adolescencia. El negativismo es utilizado por los adolescentes como una forma de afirmar su autonomía frente a sus padres y de controlar su propio comportamiento. Cuando el negativismo no disminuye, se convierte en una característica de la personalidad del individuo. El negativismo es un aspecto de uno de los rasgos esenciales del trastorno negativista-desafiante, caracterizado por un patrón de comportamiento desafiante, negativista y hostil hacia las figuras de autoridad.