¿Qué es una nefroureterectomía radical laparoscópica?

La nefroureterectomía radical laparoscópica es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para extirpar la pelvis renal, el riñón y todo el uréter, junto con el manguito vesical, en un intento de proporcionar la mayor probabilidad de supervivencia a los pacientes con cáncer de células de transición.

¿Cuáles son las ventajas de la nefroureterectomía radical laparoscópica sobre un procedimiento abierto?

  • Se reduce la estancia en el hospital y la cicatrización es más rápida
  • Se reduce el dolor postoperatorio y la necesidad de medicación para el dolor
  • Se acorta el tiempo de recuperación
  • Se vuelve más rápidamente a la actividad normal o al trabajo
  • Son incisiones más pequeñas y quedan menos cicatrices

¿Cuánto tiempo lleva la Cleveland Clinic realizando nefroureterectomías radicales laparoscópicas?

La Clínica Cleveland es el centro sanitario con más experiencia del mundo en esta técnica y, desde 1997, emplea este procedimiento de forma rutinaria con excelentes resultados.

La Clínica Cleveland fue uno de los primeros centros en realizar trasplantes renales desde mediados de la década de 1960. En la actualidad, más del 95% de las nefroureterectomías radicales realizadas se hacen por vía laparoscópica.

¿Por qué alguien necesitaría una nefroureterectomía radical laparoscópica?

Conocer sus opciones es el primer paso en el tratamiento del cáncer de riñón.

El riñón, el uréter y la vejiga están revestidos por un tejido denominado epitelio de transición. La nefroureterectomía radical laparoscópica se utiliza para tratar a los pacientes que padecen cáncer de células de transición del tracto urinario superior o del epitelio de transición.

¿Qué ocurre antes de una nefroureterectomía radical laparoscópica?

Durante las 24 horas previas a la cirugía, se le pedirá que tome una dieta líquida clara. Su cirujano le pedirá que no coma nada a partir de la medianoche de la noche anterior a la operación. Si tiene medicamentos que le han indicado, tómelos con un pequeño sorbo de agua.

Su médico le aconsejará que deje de tomar ciertos medicamentos y suplementos una semana antes de la cirugía. La aspirina, el Motrin, el Ibuprofeno, el Advil, la vitamina E y otros pueden aumentar el riesgo de hemorragia durante la cirugía. Pregunte a su médico antes de suspender cualquier medicamento. Cada paciente es diferente.

¿Qué ocurre durante una nefroureterectomía radical laparoscópica?

En primer lugar, se le administrará anestesia general para dormirle para este procedimiento. A diferencia de la nefroureterectomía convencional, la cirugía laparoscópica sólo requiere varias incisiones pequeñas. A través de estas incisiones, un cirujano utiliza un potente endoscopio -una diminuta cámara (que proporciona al cirujano una visión ampliada con mayor claridad que en una cirugía abierta tradicional)- e instrumentos quirúrgicos especializados para extirpar los órganos enfermos.

El cirujano aislará los riñones y otros órganos que se van a extirpar del flujo sanguíneo de su cuerpo. A continuación, el riñón y el uréter se separan de las estructuras que los mantienen en su lugar. A continuación, se extraen a través de una pequeña incisión.

Este proceso puede parecer complicado, pero su médico de Cleveland Clinic podrá responder a cualquier pregunta que tenga sobre la nefroureterectomía radical laparoscópica.

¿Cuánto tiempo dura la nefroureterectomía laparoscópica?

La cirugía dura aproximadamente entre 3 y 4 horas, y la estancia en el hospital suele ser de uno a dos días. La recuperación completa suele durar de dos a tres semanas.

¿Qué ocurre después de una nefroureterectomía radical laparoscópica?

Después de este procedimiento, se le llevará a una sala de recuperación y se le vigilará para detectar cualquier posible complicación. Una vez que se despierte, se le tratará el dolor y se le seguirá vigilando. Si experimenta náuseas (potencialmente relacionadas con la anestesia), se le dará medicación para ayudar a tratarlas.

Durante uno o dos días después de la cirugía, se le dará una dieta líquida para ayudar a que su cuerpo se recupere. Una vez transcurrido ese tiempo, sus médicos le ayudarán a volver a tomar alimentos reales. Este proceso tiene un ritmo diferente para cada paciente.

El día después de la operación, sus enfermeras le animarán a levantarse de la cama y a caminar. Esto ayuda al proceso de recuperación, ya que limita el riesgo de que se formen coágulos de sangre en las piernas, previene la neumonía y favorece el proceso de curación.

Después de recibir el alta, deberá evitar conducir durante las dos semanas siguientes a la intervención. Es muy importante que se tome las cosas con calma durante seis semanas (o según le indique su médico) y que no levante objetos pesados (más de 20 libras). Caminar como ejercicio es posible y muy recomendable después de la cirugía. La mayoría de los pacientes pueden volver al trabajo después de 4 semanas. Sin embargo, estas son pautas generales y todos los pacientes son diferentes. Pregunte a su médico si tiene alguna duda.

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