Antecedentes: La reciente introducción de los procedimientos laparoscópicos ha modificado notablemente la cirugía urológica. La nefropexia laparoscópica ha atraído la atención de los urólogos como tratamiento de la nefroptosis. Aquí, describimos nuestras experiencias y el resultado de la calidad de vida de la nefropexia laparoscópica y discutimos sus indicaciones y técnicas quirúrgicas.
Métodos: De mayo de 1998 a febrero de 2002, seis pacientes femeninas, con edades comprendidas entre los 20 y los 64 años (mediana de edad de 39,8 años), con nefroptosis sintomática fueron sometidas a nefropexia laparoscópica. La media de desplazamiento preoperatorio del riñón hacia abajo era de 2,25 cuerpos vertebrales (rango 2-2,5) y todos los riñones afectados estaban inclinados en ortostatismo. A un paciente se le practicó la nefropexia por vía transperitoneal y al resto por vía retroperitoneal. Para evaluar los resultados quirúrgicos, se realizó una entrevista de seguimiento postoperatorio (escala analógica visual del dolor y el cuestionario de encuesta de salud de forma corta 36 (SF-36)) y exámenes objetivos.
Resultados: Todos los procedimientos se realizaron sin complicaciones. La pielografía intravenosa postoperatoria confirmó correctamente el riñón fijo tanto en posición supina como erecta. Todos los pacientes informaron de una mejora de los síntomas aproximadamente 1 mes después de la nefropexia y ningún síntoma ha reaparecido durante el período de seguimiento (rango 6,3-50,7 meses). En el SF-36, dos dominios, incluyendo las limitaciones de rol debido a problemas emocionales (RE) y la salud mental (MH), mostraron una mejora significativa en el postoperatorio (P = 0,0405 y P = 0,0351, respectivamente).
Conclusiones: La nefropexia laparoscópica, en particular la retroperitoneoscópica, produce excelentes resultados y mejora en gran medida la calidad de vida general relacionada con la salud, en particular el estado mental, como tratamiento mínimamente invasivo para la nefroptosis sintomática.