Este domingo en NCIS: Los Ángeles, Kensi y Deeks trataron de estar en el espíritu de las fiestas – a pesar de que uno de ellos tiene un sociópata asesino suelto y jurando venganza, y el otro está recién salido de un trabajo.
Kensi realmente mantuvo la amenaza de Kessler en perspectiva, mientras que Deeks se preocupó lo suficiente por los dos. Y eso por encima de su preocupación por su situación económica, ahora que la policía de Los Ángeles le ha cesado definitivamente en su puesto de enlace con el NCIS. De hecho, tan deprimido está Deeks que, a pesar de los mejores argumentos de Kensi en contra, está convencido de que no pueden permitirse la casa de sus sueños.
¿O acaso los aspirantes a propietarios serán salvados por los Beale? Porque Eric ha regresado de su etapa de creación de una empresa tecnológica llena de nueva actitud (y vello facial), y acaba de cerrar un acuerdo multimillonario (¡con B!) con el Departamento de Defensa. Pero antes de que Deeks pueda siquiera hacer el llamamiento, Eric revela que, de hecho, no tiene ningún uso para su fortuna… así que está creando una fundación para acabar con los sin techo en todo Los Ángeles. Comprando hoteles y demás. Una locura, sí, pero… Deeks no puede discutirlo. Y por eso se guarda para sí su propia preocupación por la vivienda.
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Al final del episodio, Kensi encuentra a Deeks en el cuartel general, y él ha decidido que quiere vender el bar para reforzar su cuenta bancaria. Dice que ha llegado el momento de tomar el corazón y el alma que vierte en el Calamar y la Daga y, en cambio, ponerlo en su nuevo hogar y su familia. Pero justo cuando los esposos están de acuerdo con esa drástica decisión, Hetty llega de repente por Skypes desde quién sabe dónde, para dar la enhorabuena, no por la casa, sino por la aceptación de Deeks en el FLETC, para convertirse en un verdadero agente del NCIS. ¿Pero no es demasiado viejo? Como se evidencia en la propia Hetty, ella dice que la edad no es más que un número.
En otra parte de esta semana, Hetty asignó a Callen para manejar un caso de contrabando de drogas que involucró a su antiguo hermano adoptivo, Ray (Demetrius Grosse de The Brave). Eso llevó al descubrimiento de una trama de contrabando de drogas entre clínicas de Los Ángeles y México, y a que Ray ayudara a G a capturar a los malos. A raíz de esa aventura, Callen se ofreció a dar a Ray el dinero que necesita para la operación de su esposa enferma, como una forma de venganza, explica Callen, por cómo en su día Ray maltrató al matón de Callen, aunque eso supusiera huir de su casa de acogida.
Además, la hija de Sam, Kamran (ahora interpretada por Kayla Smith de All American) reapareció, aunque renegó de una primera invitación para reunirse/cenar con Catherine.
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