Munn contra Illinois, (1877), caso en el que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos defendió el poder del gobierno para regular las industrias privadas.
El caso se desarrolló como resultado de la respuesta de la legislatura de Illinois en 1871 a la presión de la National Grange, una asociación de agricultores, estableciendo las tarifas máximas que las empresas privadas podían cobrar por el almacenamiento y transporte de productos agrícolas. La empresa de almacenes de grano de Chicago, Munn y Scott, fue posteriormente declarada culpable de violar la ley, pero apeló la condena alegando que la normativa de Illinois representaba una privación inconstitucional de la propiedad sin el debido proceso legal.
El Tribunal Supremo conoció la apelación en 1877. El presidente del Tribunal Supremo, Morrison Remick Waite, habló en nombre de la mayoría cuando dijo que el poder estatal para regular se extiende a las industrias privadas que afectan al interés público. Dado que las instalaciones de almacenamiento de grano estaban dedicadas al uso público, sus tarifas estaban sujetas a la regulación pública. Además, Waite declaró que, aunque el Congreso es el único que tiene el control sobre el comercio interestatal, un estado podía tomar medidas de interés público sin perjudicar ese control federal.
Munn contra Illinois, uno de los casos Granger (véase el movimiento Granger), fue un hito en la lucha por la regulación pública de la empresa privada. Sin embargo, las decisiones judiciales posteriores redujeron drásticamente el poder del gobierno para regular las empresas.