Todo el mundo tiene una historia. La tuya tiene que ver con algunas de las personas significativas que te han formado, los lugares en los que has estado y las cosas que has logrado. La de Mount Olivet no es tan diferente. Comenzó en 1920, cuando Mount Olivet fue fundada por un puñado de familias y creció hasta convertirse en una iglesia próspera en menos de veinte años bajo el cuidado de varios pastores fieles y numerosos líderes congregacionales dedicados. Bajo el liderazgo visionario del reverendo Reuben Youngdahl, que llegó a Mount Olivet en 1938, la congregación amplió su alcance e influencia a través de la creación de una variedad de ministerios afiliados diseñados para llegar más profundamente a la comunidad y ofrecer a sus miembros una mayor oportunidad para el crecimiento y la nutrición cristiana. Una congregación de 300 miembros cuando llegó el pastor Youngdahl, Mount Olivet había crecido hasta incluir a 10.000 personas cuando murió en 1968.
El pastor Paul Youngdahl, otro líder excepcional, llegó a Mount Olivet el año en que murió su padre, primero como pastor asociado y luego como pastor principal desde 1974 hasta 2011. La adición de un Centro de Retiros y Conferencias, la ampliación del Campamento Catedral de los Pinos y la puesta en marcha del campus de Victoria fueron algunos de los muchos logros del pastor Youngdahl mientras la congregación crecía hasta incluir a más de 14.000 miembros.
Desde la muerte del pastor Youngdahl en 2011, la congregación se ha mantenido fuerte y ha seguido creciendo, atendida por dos pastores interinos y el pastor principal John Hogenson, a quien se le diagnosticó un tumor cerebral inoperable menos de un año después de comenzar su ministerio. A través de estos años de transición y turbulencia, el enfoque de la congregación en compartir las buenas noticias de Cristo y servir a nuestro prójimo nunca ha vacilado. Ahora, bajo el liderazgo de nuestro noveno pastor principal, el reverendo Dr. David J. Lose, Mount Olivet está preparado para crecer de nuevo a medida que construimos sobre nuestras fortalezas históricas, desarrollamos y compartimos nuevos recursos para nutrir nuestra fe cristiana, y ampliamos nuestro alcance y servicio a nuestras comunidades.
Esta es nuestra historia hasta ahora. Todavía no ha terminado, y te invitamos a unirte a nosotros para dar forma a lo que vendrá después. Así que ven a visitarnos, comparte tu historia y ayúdanos a escuchar la voz de Dios que nos guía hacia el futuro.