Después de la intervención de miringoplastia, su hijo puede sentirse aturdido o incluso con náuseas por la anestesia. Puede recuperarse con sus padres a su lado en la unidad postoperatoria. Probablemente se sentirá mejor al cabo de unas horas o cuando se vaya a casa, que suele ser el mismo día de la operación.
Se le recetarán a su hijo gotas antibióticas para el oído para prevenir el riesgo de infección; las gotas se introducen en el conducto auditivo, lo que requiere la retirada momentánea del tapón.
Una vez en casa, su hijo debe descansar. Puede comer alimentos suaves y beber líquidos claros a medida que se sienta capaz. Puede volver a las actividades normales a su propio ritmo, normalmente en un par de días. Debe evitar estornudar con la boca cerrada y sonarse la nariz durante varias semanas. Su hijo también tendrá que mantener el oído seco, por lo que deberá evitar las duchas hasta que el médico le dé el visto bueno. Su hijo también tendrá que evitar los deportes durante varias semanas; se puede desaconsejar la natación durante varias semanas.
Puede que tenga un leve dolor de oído y molestias durante los primeros días, pero las molestias deberían desaparecer en cinco días. El paracetamol puede ayudar, si el médico lo prescribe. También puede experimentar chasquidos, chasquidos u otros sonidos en el oído, que son normales y desaparecerán en unos días.
El drenaje del oído puede limpiarse fuera del vendaje del oído durante los primeros días. Su médico o enfermera le darán instrucciones sobre cómo hacerlo. No se debe poner nada en el canal auditivo, excepto la cantidad adecuada de gotas antibióticas para el oído.
En la visita de seguimiento, por lo general de cuatro a seis semanas después de la cirugía, el médico de su hijo puede quitar el embalaje. Tenga cuidado de no tocar el tapón hasta entonces. No hay que quitar puntos en la visita de seguimiento; se disolverán solos.
La mayoría de los niños se recuperan rápidamente de una miringoplastia. Sin embargo, si le preocupa la recuperación de su hijo, o si aparecen síntomas inusuales, llame al médico de su hijo inmediatamente. Llame si su hijo muestra signos, tales como:
- Sangre roja brillante
- Fiebre
- Náuseas severas
- Dolor de oído severo
- Dificultad para respirar o erupciones
- Debilidad en la cara
- Zumbido en el oído, conocido como tinnitus
- Mareos que persisten durante más de unas horas