El personal del Sagrado Corazón comienza a despedirse de Laverne, que sufrió lesiones terminales tras sufrir un accidente de tráfico. Sin embargo, Carla Espinosa les dice a todos que Laverne aún podría salir adelante. En profunda negación, Carla alucina que ve el espíritu de Laverne siguiéndola y hablándole.
Todo el personal tiene el corazón roto cuando llegan los últimos TAC de Laverne: tiene muerte cerebral. La familia de Laverne decide retirarle el soporte vital, y uno a uno los protagonistas se despiden de Laverne. Al final, Carla aprende del espíritu de Laverne que debe despedirse de las personas a las que quiere antes de perder su oportunidad, y se despide con lágrimas de Laverne. Mientras Carla sale de la habitación y se derrumba entre lágrimas en los brazos de Turk, Laverne finalmente muere y su espíritu pasa a mejor vida.
Mientras tanto, el doctor Cox le confía a J.D. que no quiere que la gente sepa del nacimiento de su hija porque se asociará con la muerte de Laverne, pero aun así le dice a Jordan que se lo ha contado a otros. Jordan empieza a sospechar porque nadie ha acudido a felicitarla aparte de J.D. Incluso cuando Laverne fallece, Jordan sigue sin conseguir admiradores y, desesperada, declara a un extasiado J.D. padrino de la niña y acepta llamar a su bebé Jennifer Dylan (J.D.).
Cox, Elliot, Turk, Carla, Kelso y el Conserje van al bar a brindar por la memoria de Laverne. Elliot felicita a Cox por el nuevo bebé y piensa que la sala debe ser un manicomio, sólo para que Cox recuerde y revele que las únicas personas que lo saben están en el bar con él. Se lo quita de encima, pensando que no saldrá nada malo de ello.