La rosácea es una enfermedad de la piel muy común, que afecta a millones de personas. Los signos y síntomas difieren según el subtipo y la gravedad, por lo que las opciones de tratamiento difieren. ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la rosácea leve?
La rosácea, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, presenta muchas formas. Algunas personas sufren un leve enrojecimiento y rubor en la cara, mientras que otras presentan brotes similares al acné, engrosamiento de la piel e incluso enrojecimiento y otros síntomas en los ojos. Independientemente de la presentación o el subtipo, la rosácea tiende a presentarse en «brotes», en los que los síntomas aparecen y desaparecen durante periodos de tiempo.
La rosácea leve suele ser el subtipo 1, rosácea eritematotelangiectásica. Se caracteriza por síntomas como el rubor y el enrojecimiento facial, y pueden verse algunos vasos sanguíneos rotos, llamados telangiectasias. Como la rosácea puede ser progresiva, es importante buscar un tratamiento temprano. Por suerte, hay varias formas de tratar la rosácea leve. Aunque el tratamiento no puede curar la rosácea, puede ayudar a minimizar los síntomas, hacer que se sienta mejor y prevenir o minimizar los daños a largo plazo.
Controlar los desencadenantes de la rosácea leve
Un paso importante es determinar qué tiende a desencadenar su rosácea. Evitar que se produzcan brotes es una de las mejores formas de prevenir daños a largo plazo en la piel del rostro.
La mayoría de las personas descubren que ciertas actividades, situaciones, alimentos o productos les provocan un brote. Entre los desencadenantes más comunes se encuentran la comida picante y el consumo de alcohol, por lo que debe evitarlos si le causan problemas de rosácea. Las bebidas calientes también pueden agravar a algunas personas. Si le gustan las bebidas como el té y el café, deje que se enfríen primero a una temperatura tibia, o quizás intente cambiar a las versiones heladas de cada una. Hay una gran variedad de alimentos que pueden afectar a las personas con rosácea, así que asegúrese de tomar nota de cualquier alimento específico que le provoque.
La exposición a los elementos, como el calor, el frío o el viento, también afecta a algunas personas. El ejercicio puede incluso desencadenar un brote. Asegúrese de vestirse adecuadamente para sus actividades al aire libre, y busque el interior si su cara comienza a enrojecer. Cuando esté en el interior durante los meses más fríos, intente no sentarse cerca de las chimeneas o los calefactores.
El estrés es otro desencadenante común. Controle sus fuentes de estrés y busque actividades que lo alivien, como la meditación, el yoga y la participación en pasatiempos que le gusten.
«Cada persona experimenta diferentes desencadenantes, por lo que llevar un diario puede ser útil. Lleve un registro de los alimentos, las bebidas o las exposiciones ambientales que pueden contribuir a un brote», dice Sileen Dowis, médico asistente certificado en U.S. Dermatology Partners Shoal Creek en Liberty, Missouri. «Puede comentar cualquier pauta con su dermatólogo».
Limite la exposición al sol
La exposición al sol es quizá el desencadenante más común para quienes padecen rosácea. Limitar la exposición a los rayos del sol -y minimizar su impacto cuando tenga que salir al exterior- es una de las formas más útiles de ayudar a mantener la rosácea bajo control. Lleve siempre un protector solar con un FPS de al menos 30, y utilice un sombrero de ala ancha y gafas de sol grandes para protegerse la cara y los ojos.
Cambie su rutina de cuidado de la piel
Algunas personas con rosácea pueden tener la piel muy sensible, y los productos comunes para el cuidado de la piel pueden agravar su rosácea leve.
Lávese la cara con un limpiador suave y delicado. La presión fuerte sobre la cara puede agravar los vasos sanguíneos, así que utilice un toque ligero con sólo las yemas de los dedos; incluso el uso de una toallita podría ser demasiado abrasivo para su piel. Aclara la cara sólo con agua fría o tibia. También es conveniente evitar las duchas y los baños calientes.
Algunos productos para el cuidado de la piel, como los que contienen alcohol, pueden desencadenar brotes en las personas con rosácea. Evite los productos que contengan alcohol como astringentes, tónicos o limpiadores, y consulte a su dermatólogo para que le recomiende productos que no sean tan agresivos.
Medicamentos y procedimientos
A veces, incluso la rosácea más leve puede justificar el tratamiento con medicamentos o procedimientos en la consulta de su dermatólogo, y hay muchas opciones disponibles.
Para el enrojecimiento intenso o la rotura de los vasos sanguíneos, los tratamientos con láser o la luz pulsada intensa pueden ayudar a reducir el aspecto rojo. A veces, puede necesitar varias sesiones para ver una diferencia notable. Es posible que también necesite sesiones futuras.
Para quienes padecen una forma leve del subtipo dos de la rosácea (papulopustular), que provoca pequeñas protuberancias y un aspecto similar al del acné, pueden utilizarse medicamentos orales y tópicos para controlar los brotes y el aspecto de las protuberancias rojas. Los geles tópicos, como Mirvaso, pueden ayudar a contraer los vasos sanguíneos de la cara, reduciendo así el enrojecimiento visible. Otros geles tópicos, como el metronidazol y el ácido azelaico, también pueden reducir el enrojecimiento y la aparición de bultos.
Si su rosácea no responde a estos tratamientos, a veces se utilizan antibióticos orales como la doxiciclina para reducir la inflamación de la piel.
¿Quiere visitar a un dermatólogo para la rosácea leve?
Aunque hay varios cambios en el estilo de vida y opciones de tratamiento que ayudarán a su rosácea leve, nada es mejor que el consejo de un dermatólogo. Disponemos de varios centros en todo el país, así que rellene nuestro sencillo formulario en línea para ponerse en contacto con nosotros. Uno de los miembros de nuestro equipo local se pondrá en contacto con usted en breve para responder a sus preguntas o programar una cita para que nos visite pronto.
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