El arbitraje y la mediación son métodos alternativos para la resolución de conflictos, que permiten a las personas o empresas llegar a un acuerdo en privado sobre una situación que, de otro modo, podría litigar a través del sistema judicial. Cada proceso tiene sus propios pros y contras que hay que tener en cuenta.
Básicos del arbitraje
El arbitraje es un método de resolución de conflictos en el que las partes comparecen ante un árbitro, que puede ser un juez retirado o alguien con experiencia en el sector en cuestión. El proceso de arbitraje es similar a un caso judicial, pero menos formal, ya que cada parte tiene la oportunidad de presentar pruebas, ofrecer el testimonio de los testigos y presentar argumentos. Cada parte puede contar con abogados que la representen.
Las partes acuerdan que el árbitro decida el resultado de la disputa. El arbitraje puede ser vinculante, es decir, no hay posibilidad de acudir a los tribunales si no se está satisfecho con el resultado, o no vinculante, es decir, no elimina el derecho a llevar el asunto a los tribunales.
En la actualidad, muchos contratos incluyen cláusulas de arbitraje que obligan a las partes a recurrir al mismo para resolver cualquier conflicto. Este tipo de cláusulas puede ser perjudicial para las pequeñas empresas y los consumidores que firman un contrato con una gran empresa. Por ejemplo, la cláusula suele elegir un lugar para el arbitraje, que puede resultar incómodo y caro para el consumidor. Una cláusula de arbitraje también suele ser una situación de «lo tomas o lo dejas»: si el consumidor no está de acuerdo con la cláusula de arbitraje, el acuerdo se acaba, lo que puede dar lugar a un desequilibrio de poder.
Pros y contras del arbitraje
El arbitraje tiene ventajas, entre las que se incluyen:
- El proceso es más rápido y menos costoso que ir a los tribunales.
- Las partes tienen la facultad de elegir al árbitro, mientras que en los tribunales, el caso es decidido por un juez o un jurado.
- El asunto del arbitraje sigue siendo privado y no es un registro público.
- Un caso de arbitraje es menos formal que un caso judicial, con reglas relajadas.
También hay algunos inconvenientes:
- Si el arbitraje es vinculante, no se puede recurrir, lo que significa que no se puede apelar como en un caso judicial.
- El árbitro puede no ser objetivo, sobre todo porque el arbitraje se comercializa directamente con las empresas de ciertos sectores, lo que implica que el árbitro puede simpatizar con la empresa y no con el consumidor.
- Debido a que el arbitraje no se hace público, la falta de transparencia puede hacer que sea parcial.
- Aunque el arbitraje suele ser menos costoso que un juicio, los costes del mismo han ido aumentando constantemente, lo que hace que no sea un proceso barato.
Básicos de la mediación
La mediación es un proceso en el que un mediador, un tercero neutral, trabaja con las partes en conflicto para llegar a una resolución de mutuo acuerdo. El mediador suele haber recibido formación en mediación y puede ser un abogado, un juez retirado o, en algunos casos, como el del divorcio, un terapeuta. El proceso de mediación es cooperativo y se centra en resolver los problemas para llegar a una solución con la que cada parte se sienta cómoda. La mediación es a veces un paso necesario para avanzar en un procedimiento judicial: por ejemplo, en California, los casos de custodia deben pasar por la mediación antes de ir a juicio.
La mediación se lleva a cabo mediante una serie de reuniones. No hay audiencias formales. El mediador puede reunirse con las partes juntas y/o por separado y, en lugar de tomar una decisión sobre la disputa, redacta el acuerdo al que llegan las partes. El acuerdo no es vinculante hasta que se convierta en una orden o sentencia judicial.
Pros y contras de la mediación
El uso de la mediación para resolver un conflicto tiene muchas ventajas, entre ellas:
- El proceso es menos costoso que un procedimiento judicial.
- Se puede llegar a un resultado mucho más rápido a través de la mediación que a través del tribunal.
- El proceso es privado y no forma parte del registro público.
- El proceso de mediación puede ser tan flexible como las partes lo necesiten, lo que significa que puede ser tan largo o corto como sea necesario y programarse cuando todos estén de acuerdo.
- La naturaleza creativa del proceso permite a las partes encontrar sus propias soluciones al problema, que pueden ser tan innovadoras como quieran.
- Las partes tienen la oportunidad de hablar y negociar directamente entre ellas, lo que les permite llegar al fondo de la cuestión.
- La mediación fomenta las habilidades de resolución de conflictos, por lo que las partes que se someten a la mediación pueden ser capaces de aplicar posteriormente esas habilidades por su cuenta, evitando tanto los tribunales como la mediación.
- Los mediadores permanecen completamente neutrales y no toman ninguna decisión en el caso. En cambio, el mediador está ahí para guiar a las partes, ofrecer sugerencias y hacer avanzar el proceso.
- Nadie gana ni pierde en la mediación. En cambio, las partes crean un resultado de mutuo acuerdo.
Al igual que con el arbitraje, la mediación también tiene algunos inconvenientes a tener en cuenta, incluyendo:
- Las personas que no se sienten cómodas hablando por sí mismas pueden encontrar la mediación difícil.
- Si hay un desequilibrio de poder entre las partes, la mediación puede no ser un proceso justo. Por ejemplo, en las familias en las que se ha producido violencia doméstica, la mediación no suele ser una forma adecuada de resolver un problema de derecho de familia.
- Los estándares de formación y certificación de los mediadores varían enormemente -y algunos estados no exigen ningún tipo de requisito para ejercer de mediador-, por lo que es posible que tenga que buscar para encontrar un mediador que ofrezca el nivel de experiencia que necesita.
- Si las partes están absolutamente atrincheradas en sus posiciones, es poco probable que la mediación tenga éxito.
- Un acuerdo alcanzado en la mediación no es legalmente ejecutable, por lo que puede haber problemas de cumplimiento.
El arbitraje y la mediación ofrecen alternativas rápidas y más rentables que un procedimiento judicial tradicional. Sin embargo, no se ajustan a todos los casos, por lo que es importante considerar qué puede funcionar mejor en su situación.