Los primeros llantos de un bebé recién nacido suelen ser música para los oídos de los padres. Sin embargo, a lo largo de las siguientes semanas y meses, esta «música» puede volverse irritante y dolorosa. Esto es especialmente cierto cuando todos los intentos fallan para detener el llanto.
Sorprendentemente, el llanto no produce lágrimas hasta después del primer o segundo mes. El llanto es la forma en que los bebés se comunican. Lloran por hambre, incomodidad, frustración, cansancio e incluso por soledad. A veces, el llanto puede responderse fácilmente con comida o con un cambio de pañal. Otras veces, puede ser un misterio y el llanto cesa tan rápidamente como empieza.
Pronto aprenderás las diferencias en los llantos, desde un grito de «tengo hambre» hasta «he sido sobreestimulado». Es importante responder a los llantos de tu bebé. En contra de los cuentos de viejas, a los bebés pequeños no se les puede malcriar cogiéndoles en brazos cuando lloran. Ser cogido en brazos es tranquilizador y reconfortante cuando un bebé no puede expresarse de otra manera.
Algunas técnicas para ayudar a consolar a un bebé que llora son las siguientes:
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Encargarse primero de los problemas físicos: hambre, cambio de pañal, necesidad de eructar.
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Cambie con el bebé en un portabebés o en un cochecito.
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Mueva a su bebé con un movimiento rítmico y suave.
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Prueba con un columpio para bebés o una cuna mecedora.
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Acaricia suavemente la espalda o el pecho del bebé.
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Prueba a envolver al bebé.
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Da un paseo en el coche.
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Encienda algún ruido blanco (como el de una lavadora o una aspiradora).
Por muy frustrada que esté, NUNCA AGITE A UN BEBÉ. Esto puede causar lesiones graves en el frágil cerebro del bebé. Si te enfadas o te frustras, deja que otra persona se haga cargo durante un rato. Si estás sola, deja al bebé en un lugar seguro, como la cuna, y vete a otra habitación durante unos instantes. Esto te dará tiempo para reponerte. Luego puedes volver con tu bebé e intentar una táctica diferente para consolarlo.