Como INFJ, me siento naturalmente atraído por la gente que se abre a mí.
Por lo general, me encanta escuchar los intrincados detalles de la vida de las personas: sus miedos, su infancia y sus relaciones. Disfruto con el proceso de desafiar a las personas y ayudarlas a autorrealizarse. O, como dicen mis amigos, soy un «arreglador de personas».
Al igual que otros INFJ, me protejo de las personas que abusan de esta parte de mí. Y lo hago «dando un portazo». Lo que tal vez no sepas de tu INFJ es que probablemente han sido quemados por muchas personas a las que apreciaban profundamente. Han dado demasiado, a una persona tóxica. La tendencia a amar desinteresadamente es, desgraciadamente, abusada con demasiada frecuencia, por lo que tu INFJ ha desarrollado un mecanismo para filtrar este dolor, y a las personas que pueden infligirlo.
Entonces, ¿cuál es el proceso cuando tu INFJ da un portazo a alguien en su vida?
Etapa uno: una segunda oportunidad.
Los INFJs creen en la bondad de la humanidad, por lo que inicialmente buscarán lo bueno en alguien. Y tratarán de centrarse en esto, incluso cuando los que les rodean sean verbales sobre su aversión a una determinada persona. Buscaremos explicar su mal comportamiento, y les animaremos en su viaje de desarrollo personal.
Etapa dos: Resentimiento enconado
Su INFJ es muy consciente de las motivaciones de los demás, así que cuando alguien se niega a hacer una autorreflexión, o sigue cometiendo los mismos errores, su INFJ crecerá hasta resentirse con la fiesta de lástima y los juegos manipuladores. Seguirán intentando buscar lo mejor, y seguirán tratando de guiar a su amigo en la dirección correcta. Simplemente tienen una menor tolerancia hacia el otro individuo.
Etapa tres: El portazo
A menudo, un pequeño gesto romperá a tu INFJ y hará que dé un portazo. La gota que colma el vaso suele ser un encuentro, una conversación o incluso una frase que por lo demás es inofensiva. En ese momento, tu INFJ decidirá que ya no vale la pena invertir sus limitados recursos de interacción humana en esa persona. El portazo suele ser silencioso, pero será despiadado.
Etapa cuatro: La caída
Las interacciones continuas con alguien a quien tu INFJ ha dado un portazo serán duras. Donde antes tenían paciencia, ahora serán descaradamente intolerantes. No tratarán de ocultarlo. Su INFJ se sentirá ofendido por todo lo que diga y haga la persona que ha recibido el portazo. Reaccionará de forma exagerada. Se enfadará. Pero es poco probable que su INFJ participe en una confrontación directa. No creen que una discusión merezca su tiempo. El individuo está efectivamente muerto a sus ojos.