«Lancôme se compromete a mantener los más altos estándares de seguridad para todos los productos que fabrica y vende. Nos adherimos a las normas más rigurosas de seguridad de los productos para que nuestros clientes puedan comprar y utilizar nuestros productos con total confianza. Queremos que sepa que Lancôme cumple plenamente con la normativa de la FDA, así como con la 7ª Enmienda de la Directiva sobre Cosméticos de la Unión Europea y los requisitos de seguridad de todos los países en los que se venden nuestros productos. Todos y cada uno de los ingredientes utilizados en nuestros productos han sido revisados y probados exhaustivamente por nuestro equipo interno de seguridad, formado por toxicólogos, clínicos, farmacéuticos y médicos. Todas las fórmulas de los productos que fabrica Lancôme se examinan y prueban para comprobar su seguridad antes de ser comercializadas a los consumidores. En Lancôme no realizamos pruebas con animales en nuestros productos o ingredientes, ni pedimos a otros que realicen pruebas en nuestro nombre, excepto cuando lo exige la ley. A medida que continuamos expandiéndonos globalmente y llegando a nuestros clientes en todo el mundo, es nuestra práctica hacer nuestra parte hacia el avance de la ciencia de la seguridad y los métodos alternativos validados que eliminan la necesidad o el requisito de cualquier prueba en animales a nivel mundial. En 1989, nuestra empresa matriz, L’Oréal, dejó voluntariamente de utilizar las pruebas en animales para la evaluación de toda su gama de productos acabados. La empresa ha invertido más de 1.000 millones de dólares en los últimos 25 años para desarrollar métodos innovadores y alternativos a las pruebas con animales, especialmente en el área de desarrollo de tejidos reconstruidos. L’Oreal y Lancôme están totalmente comprometidos con un futuro sin pruebas en animales».