Creado en los años 30 por un hombre llamado Antoine, el régimen disociado tiene su hora de gloria en los años 50.
El régimen disociado tiene tres métodos distintos: el método Antoine -que lleva el nombre de su inventor-, el método Shelton y el método Montignac .
El principio de esta dieta es simple: consiste en «disociar» o separar los alimentos . En efecto, el método supone que cada alimento -o cada familia de alimentos- consumido por separado no engorda. Por otra parte, siempre según este método, se cogería peso en cuanto se asocian los alimentos en la cocina.
El régimen disociado: ¿para quién?
Es para todos los que quieren perder rápidamente los kilos de más. El método es generalmente preferido para aligerar, como la desintoxicación después de la temporada de vacaciones.
Dieta disociada: ¿por dónde empezar? ¡
Cada día de la semana se come un alimento diferente, a voluntad!
Ejemplo: un día, comerás sólo pescado, al día siguiente sólo frutas. Al día siguiente se servirán verduras en cada comida, y así sucesivamente…
Las diferentes fases de la dieta disociada
Cada día es una nueva fase. En cuanto a la duración del plan, generalmente se extiende a lo largo de una semana. Se aconseja repetir cada tres semanas hasta alcanzar el peso ideal.
Las ventajas del esquema disociado
Bajo en riesgo nutricional, esta dieta es eficaz en el corto plazo. Pero cuidado con el efecto yoyo: si no se toma una dieta equilibrada cuando se vuelve a una dieta «normal», es muy fácil recuperar los kilos perdidos rápidamente, ¡o incluso añadir nuevos en la balanza!
Las desventajas de la dieta disociada
Este tipo de dieta puede cansar el cuerpo rápidamente. Otro inconveniente importante: a largo plazo, es posible perder más músculo que grasa.
¿Qué pérdida de peso espera?
Es visible rápidamente y varía según los organismos. En promedio, es de alrededor de 2 a 3 kg.