El uso de la telemetría ambulatoria cardíaca móvil (MCOT) puede ayudar a monitorizar a los pacientes con COVID-19 que toman hidroxicloroquina y azitromicina, al tiempo que reduce la posible exposición al virus de los clínicos y preserva el equipo de protección personal (EPP), según un estudio publicado el 21 de abril en el Journal of the American College of Cardiology.

David Chang, MD, y otros, utilizaron el MCOT para monitorizar a 117 pacientes con COVID-19 que estaban recibiendo hidroxicloroquina y azitromicina y estaban hospitalizados en plantas no telemétricas. Los pacientes recibieron un electrocardiograma de referencia y mediciones del QTc dos veces al día. Un electrofisiólogo recibió los informes de telemetría dos veces al día y recibió una alerta urgente en un plazo de 3 a 5 minutos por cualquier arritmia o medición de QTc >500 mseg. El MCOT se retiró, se esterilizó y se volvió a utilizar en los pacientes que recibieron el alta hospitalaria o que habían completado el tratamiento con hidroxicloroquina y azitromicina.

Según los resultados, la edad media de los pacientes era de 60,2 años y el 40,5% eran mujeres. Además, el 52,1% de los pacientes tenía hipertensión, el 28,2% tenía diabetes, el 0,9% tenía insuficiencia cardíaca y el 5,1% tenía enfermedad arterial coronaria. Todos los pacientes recibieron 400 mg de hidroxicloroquina dos veces al día durante un día, seguidos de 200 mg dos veces al día durante cuatro días. Además, 51 pacientes (43,6%) recibieron al menos una dosis de 500 mg de azitromicina intravenosa, y 40 pacientes (34,2%) recibieron al menos otra medicación que prolonga el QT.

En un total de 295 días de pacientes, la monitorización del MCOT generó 28 alertas urgentes para 18 pacientes (15,4%). La alerta urgente más común se debió a la fibrilación auricular con respuesta ventricular rápida, lo que supuso 15 alertas urgentes (53,6%). La medición del QTc >500 mseg supuso cinco alertas urgentes (17,9%). De las 28 alertas urgentes, 12 no justificaron la intervención.

Los resultados indican que el MCOT puede utilizarse para monitorizar las arritmias y evaluar el QTc cuando no se dispone de camas de telemetría, señalan los investigadores, y añaden que un electrofisiólogo recibió las alertas urgentes en «tiempo casi real.» Aunque los pacientes de COVID-19 que toman hidroxicloroquina y azitromicina pueden tener un mayor riesgo de sufrir arritmias inducidas por los fármacos, ninguno de los pacientes del estudio presentó arritmias que dieran lugar a cambios de medicación, escriben los investigadores. El uso de MCOT permitió reducir la exposición a COVID-19 de los proveedores de atención médica y preservó el EPP, concluyen.

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Temas clínicos: Arritmias y EP clínicos, Fibrilación auricular/Arritmias supraventriculares, Agentes novedosos, Estatinas

Palabras clave: Azitromicina, Fibrilación auricular, Hidroxicloroquina, Coronavirus, Equipo de protección personal, COVID-19, Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2, Electrocardiografía

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