Adriana Miklovicova

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La epidermis protege al cuerpo humano de los factores estresantes exógenos y ayuda a mantener la homeostasis interna de fluidos y electrolitos.

La dermatitis atópica (DA) es un trastorno inflamatorio cutáneo crónico, caracterizado por un intenso picor, piel seca y brotes periódicos de eczema. Una barrera cutánea alterada permite la entrada de alérgenos y conduce a respuestas alérgicas sistémicas, como el aumento de la IgE. La piel de los pacientes con EA siempre presenta lesiones microscópicas incluso en remisión. Estas microfisuras permiten la entrada de patógenos, alérgenos e irritantes que contribuyen a la inflamación e infección.

Por lo general, la EA se observa en una distribución característica dependiente de la edad, con afectación facial, del cuero cabelludo y de los extensores en bebés y niños pequeños, y afectación flexural predominante en niños mayores y adultos. El impacto de esta enfermedad produce una reducción de la calidad de vida (falta de sueño, rechazo social y problemas psicológicos).

Se estima que la prevalencia de la EA es del 15-20% en los niños y del 1-3% en los adultos, y la incidencia ha aumentado de dos a tres veces en las últimas décadas en los países industrializados. La DA suele aparecer entre los 3 y los 6 meses de edad, de modo que el 60% de los casos aparecen en el primer año y alrededor del 85% se diagnostican antes de los cinco años. La mayoría de los niños que padecen dermatitis atópica no presentan síntomas en la edad adulta, pero se estima que entre el 10% y el 30% de los pacientes seguirán padeciéndola durante la vida adulta.

Una importante proteína epidérmica, la filagrina, ha recibido mucho interés por su papel en la DA.

La filagrina es importante para la formación del corneocito, y la generación de sus metabolitos intracelulares contribuye a la hidratación del estrato córneo (SC) y al pH, a la vez que intercepta los fotones de la irradiación UV-B.

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Las mutaciones de pérdida de función en uno o ambos alelos del gen FLG dan lugar a niveles reducidos (heterocigotos) o completamente ausentes (homocigotos) de filagrina epidérmica y sus productos de degradación. Aproximadamente el 10% de los sujetos del norte de Europa de la población general son portadores de mutaciones heterocigotas, y aproximadamente el 0,1% es homocigoto. La prevalencia de las mutaciones de FLG en sujetos chinos, japoneses y coreanos alcanza del 3% al 6%.

Las mutaciones de FLG causan ictiosis vulgar (IV) y constituyen el factor de riesgo más fuerte conocido para la dermatitis atópica (DA). La heredabilidad de esta enfermedad es alta, del 35 al 95%. Así, las exposiciones ambientales (baja humedad, quemaduras solares, irritantes de la piel, estrés psicológico, edad y agua), las citoquinas (IL-4, IL-13, IL-17, IL-22, IL-25, IL-31, TNFα), los microorganismos (virus del papiloma humano, Tinea corporis) y la terapia tópica (ditranol, ácido retinoico) pueden reducir los niveles de filagrina epidérmica.

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En un estudio de Saif et al. (2018) se compararon los niveles séricos de filagrina en 1.246 pacientes con diferentes trastornos atópicos (asma bronquial, rinitis alérgicay dermatitis atópica ) y sus niveles con 410 controles humanos sanos. Los datos mostraron unos niveles de filagrina en suero significativamente más altos en los pacientes con diferentes trastornos atópicos en comparación con los controles sanos. Los pacientes con asma bronquial y rinitis alérgica tenían niveles de filagrina casi similares a los de los pacientes con dermatitis atópica.

Estos datos sugieren que la filagrina podría ser útil para dilucidar el mecanismo implicado en la patogénesis de estos trastornos.

Los resultados de los ensayos y la larga experiencia clínica han demostrado que los emolientes son seguros y eficaces en pacientes con dermatitis atópica. Dermacare es una nueva formulación cosmética que mejora la hidratación, refuerza y repara la barrera cutánea y previene el desequilibrio de la microbiota cutánea. Se realizaron estudios clínicos de ocho semanas para evaluar la eficacia y seguridad de este nuevo producto cosmético para el tratamiento de niños diagnosticados de dermatitis atópica de leve a moderada durante la remisión.

Este estudio se llevó a cabo en dos departamentos diferentes de dermatología pediátrica del Hospital Universitario La Pay (Madrid) y de la Clínica Universitaria de Navarra (España). Se reclutaron un total de 19 sujetos.

La nueva formulación cosmética (Cantabria Labs, loción formulada con sistema altamente emoliente que potencia la hidratación de la piel, así como el refuerzo y reparación de la barrera cutánea, este emoliente incluye complejo pro-filagrina, urea, xilitol) se aplicó a los pacientes dos veces durante 28 días. Después de 14 días, se redujeron en un 36,7% los eczemas y al final del tratamiento de 28 días se observó una reducción de los eczemas en el 70% de los pacientes con dermatitis atópica.

Un uso regular de esta nueva formulación puede reducir el riesgo de recaída y prolongar los períodos de tratamiento sin esteroides.

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