Sólo tres personas tienen una fiesta nacional estadounidense en su honor: Cristóbal Colón, George Washington y el reverendo Martin Luther King, Jr.
El Día de Martin Luther King Jr. se celebra el tercer lunes de enero de cada año (cerca de su cumpleaños el 15 de enero) para honrar su legado en la lucha por los derechos civiles. La lucha por la creación de un día festivo nacional fue una lucha masiva, que requirió el mismo compromiso que el movimiento para garantizar los derechos de todos los estadounidenses: organización de la comunidad, determinación a largo plazo y persistencia implacable.
King fue asesinado en 1968. La legislación que designa el día festivo federal en su honor no se aprobó hasta 15 años después, y el día no se conmemoró oficialmente hasta 1986. Y aunque la obra de King sigue inspirando a generaciones de líderes, la lucha por el reconocimiento universal de la festividad en Estados Unidos aún no ha terminado.
Una lucha desde el primer día
La petición de un día festivo nacional comenzó poco después de que le dispararan el 4 de abril de 1968: el congresista John Conyers, demócrata de Michigan, presentó una legislación apenas cuatro días después. El Congreso no tomó ninguna medida.
Conyers era entonces uno de los pocos miembros negros del Congreso. (Prestaría servicio durante más de 50 años, y dimitió en diciembre tras las acusaciones de acoso sexual). Conyers fue miembro fundador del Congressional Black Caucus (CBC). Cuando la legislación se estancó, persistió, presentando el mismo proyecto de ley cada año hasta su aprobación 15 años después, reuniendo más copatrocinadores en el camino.
El único senador afroamericano de la época, el republicano de Massachusetts Edward Brooke, también presentó una ley en 1968 para autorizar al presidente a proclamar el 15 de enero como día de «conmemoración pública» en honor a King. En 1971, el Congreso de Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC) presentó al Congreso una petición de apoyo a la fiesta de King con más de tres millones de firmas. Aun así, el Congreso no tomó ninguna medida.
La canción de cumpleaños y el gran impulso
A finales de la década de 1970, los llamamientos a favor de una fiesta nacional iban en aumento. El CBC había recogido más de seis millones de firmas, y el presidente Jimmy Carter respaldó el proyecto de ley del día festivo.
Coretta Scott King, la viuda de King, lanzó una campaña nacional para reunir más apoyo público antes del 15º aniversario de su muerte, pronunciando múltiples discursos ante el Congreso y celebrando mítines por todo el país.