Acabo de regresar de una semana de vacaciones en el hermoso lago Stony, al norte de Peterborough, Ontario. Pasé mucho tiempo sentado en los muelles (Nota: la terminología correcta debería ser Wharf en lugar de dock, es decir, uno «atraca» en un muelle; sin embargo, generalmente es más común utilizar la terminología Dock), a orillas del agua. Donde hay muelles, hay arañas. Las especies más comunes en los muelles suelen ser las (in)famosas «arañas de muelle». Estoy bastante seguro de que las arañas de los muelles son las más grandes de Canadá (si no es así, ¡corríjanme!). Recibo muchas llamadas telefónicas y correos electrónicos sobre las arañas del muelle, y sospecho que una cantidad impresionante de aracnofobia puede atribuirse a esta maravilla peluda del mundo arácnido.

La araña del muelle (familia Pisauridae), Dolomedes sp.

Las arañas del muelle pertenecen a la familia Pisauridae, que está estrechamente relacionada con las arañas lobo (familia Lycosidae). Ambas familias de arañas muestran comportamientos interesantes hacia sus crías («arañitas»). Las hembras ponen los huevos dentro de un saco de seda, que la hembra lleva consigo hasta que llega el momento de la eclosión de las crías. Las arañas lobo fijan los sacos de huevos en el extremo de su abdomen y, cuando las crías nacen, son transportadas en el abdomen de la madre antes de emprender una vida solitaria. Las hembras de los pisaúridos, sin embargo, sujetan los sacos de huevos por los colmillos y los llevan por debajo del cuerpo de la hembra; parece que las hembras llevan un gran fajo de algodón por la boca. Los pisaúridos son conocidos comúnmente como arañas de tela de cría, ya que las hembras construyen una «guardería» de seda, similar a una tienda de campaña, para sus arañitas. Una vez eclosionadas, las arañas jóvenes viven en un lugar protegido, normalmente entre hierbas, vegetación de bajo crecimiento o entre las rocas de los márgenes del agua.

Una araña del muelle (Familia Pisauridae), Dolomedes sp., en su hábitat favorito

Dos especies, Dolomedes tenebrosus y Dolomedes scriptus son las «arañas del muelle» comunes. Por desgracia, es difícil distinguir estas dos especies sin un microscopio, unas pinzas y experiencia. Ambas especies son de color gris pardo, con marcas negras y marrón claro («chevrones») en el abdomen. Estas arañas, especialmente las hembras adultas, son las especies de arañas (nativas) más grandes de Canadá, y su cuerpo (incluyendo las patas) puede casi llenar la palma de la mano: la longitud del cuerpo (es decir, sin incluir las patas) de las hembras maduras puede superar fácilmente los 2 cm. Pero no se preocupe. Estas arañas no muerden a las personas y prefieren comer insectos terrestres y acuáticos, y son conocidas por atrapar pequeños pececillos, de ahí su otro nombre común, araña pescadora. La araña espera con sus patas delanteras apoyadas en el agua, y cuando se acercan pequeños renacuajos o peces, las vibraciones alertan a la araña de su almuerzo. Que un invertebrado se coma a un vertebrado no es algo habitual en el reino animal.

Hábitat de la araña de muelle

La araña de muelle, como su nombre indica, suele estar asociada a los márgenes de lagos, estanques, pantanos y ríos, donde suele permanecer inmóvil en troncos de árboles, rocas, barcos y muelles. Sin embargo, se sabe que los individuos viajan a cierta distancia del agua, y son la razón por la que muchas personas alarmadas describen monstruos peludos en sus sótanos. Esto ocurre principalmente en los meses de otoño, cuando las arañas buscan un lugar cálido para pasar el invierno (bajo piedras, hojas o cortezas, o dentro de edificios). Después de pasar un invierno como araña inmadura, la araña del muelle suele madurar y aparearse en primavera, y las hembras portan sacos de huevos durante unas semanas, antes de que las crías eclosionen en la guardería. Las hembras pueden entonces producir un segundo, o a veces un tercer saco de huevos antes del final de la temporada de cottage. Un saco de huevos puede producir más de 1.000 crías de araña.

Sin duda, las arañas de muelle son animales impresionantes y, aunque no son pequeñas y oscuras, siguen siendo dignas de estudio. Deberían ser consideradas como amigas de los habitantes de las cabañas, de los navegantes y de los propietarios de viviendas. Les animo a que las miren, observen sus comportamientos y se maravillen de su tamaño – es especialmente divertido hacerlo cuando se sientan en el muelle, tomando un vaso de su bebida favorita, observando cuando llega el atardecer….