La compañía espacial Blue Origin de Jeff Bezos llevará a la primera mujer a la luna, dijo el multimillonario mientras la Nasa se acerca a una decisión sobre quién suministrará sus primeros aterrizadores lunares de construcción privada, destinados a ser capaces de enviar astronautas a la luna en 2024.
«Este es el motor que llevará a la primera mujer a la superficie de la Luna», dijo Bezos en un post en Instagram con un video de una prueba del motor BE-7 esta semana en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la Nasa en Huntsville, Alabama.
Doce hombres han caminado en la Luna, pero ninguna mujer. La Nasa pretende cambiar esta situación, ya que el administrador Jim Bridenstine dijo el año pasado que la primera mujer que complete un alunizaje saldrá del actual cuerpo de astronautas.
«En los años 60, las jóvenes no tenían la oportunidad de verse en ese papel», dijo Bridenstine. «Hoy en día sí, y creo que esta es una oportunidad muy emocionante».
El motor de Blue Origin, que ha estado en desarrollo durante años, ha acumulado 1.245 segundos de pruebas de fuego. Está destinado a alimentar el aterrizador lunar del Sistema de Aterrizaje Humano del Equipo Nacional de la compañía.
Blue Origin es el contratista principal de un «equipo nacional» reunido en 2019 para ayudar a construir su aterrizador Blue Moon. El equipo incluye a Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper.
La empresa de Bezos ha competido por lucrativos contratos gubernamentales. En la carrera por construir el sistema de la Nasa para transportar humanos a la Luna en la próxima década, compite con su rival SpaceX, del multimillonario Elon Musk, y con Dynetics, propiedad de Leidos Holdings.
En abril, la Nasa concedió al equipo de Blue Origin un contrato de desarrollo de un módulo de aterrizaje lunar por valor de 579 millones de dólares. SpaceX recibió 135 millones de dólares para ayudar a desarrollar su sistema Starship. Dynetics recibió 253 millones de dólares.
La Nasa ha dicho que elegirá a dos empresas «a principios de marzo» de 2021, para que sigan construyendo prototipos de módulo de aterrizaje para misiones tripuladas a partir de 2024.
Los escasos fondos para los sistemas de aterrizaje puestos a disposición de la Nasa por el Congreso, así como la incertidumbre sobre las opiniones de la administración entrante de Biden sobre la exploración espacial, han amenazado con retrasar la decisión.