Los inhibidores de la neuraminidasa (NAI) son una clase de fármacos que bloquean la enzima neuraminidasa. Se utilizan habitualmente como medicamentos antivirales porque bloquean la función de las neuraminidasas virales del virus de la gripe, impidiendo su reproducción por gemación de la célula huésped. El Oseltamivir (Tamiflu), un profármaco, el Zanamivir (Relenza), el Laninamivir (Inavir) y el Peramivir pertenecen a esta clase. A diferencia de los inhibidores M2, que sólo actúan contra la gripe A, los inhibidores de la neuraminidasa actúan tanto contra la gripe A como contra la gripe B. Los inhibidores de la neuraminidasa oseltamivir y zanamivir fueron aprobados en EE.UU. y Europa para el tratamiento y la prevención de la gripe A y B. Peramivir actúa uniéndose fuertemente a la neuraminidasa de los virus de la gripe e inhibe la activación de la neuraminidasa durante mucho más tiempo que Oseltamivir o Zanamivir. Sin embargo, el Laninamivir en las células se libera lentamente en el tracto respiratorio, lo que da lugar a una actividad antigripal de larga duración. Así pues, el mecanismo de la actividad duradera de laninamivir es básicamente diferente al de Peramivir.
La eficacia fue muy debatida en los últimos años. Sin embargo, después de la pandemia causada por el virus H1N1 en 2009, se informó de la eficacia del tratamiento temprano con inhibidores de la neuraminidasa para reducir los casos graves y las muertes en varios países.
En los países en los que el tratamiento de la enfermedad similar a la gripe se realiza con inhibidores de la neuraminidasa a nivel nacional, los informes estadísticos muestran un bajo registro de letalidad para la enfermedad sintomática debido a la implementación universal del tratamiento temprano con los NAI. Aunque el oseltamivir se utiliza ampliamente en estos países, no se han producido brotes causados por virus resistentes al oseltamivir y tampoco se ha notificado nunca ninguna enfermedad grave causada por virus resistentes al oseltamivir. Los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos siguen recomendando el uso del tratamiento con oseltamavir para las personas con alto riesgo de complicaciones y para los ancianos y las personas con menor riesgo que se presenten dentro de las 48 horas siguientes a los primeros síntomas de la infección.
Los efectos secundarios más frecuentes son las náuseas y los vómitos. Los comportamientos anormales de los niños después de tomar oseltamivir que se han notificado pueden ser una extensión del delirio o las alucinaciones causadas por la gripe. Se produce en las primeras fases de la enfermedad, como en las 48 horas siguientes al inicio de la misma. Por lo tanto, se aconseja que los niños con gripe sean observados por sus padres hasta 48 horas después del inicio de la enfermedad gripal, independientemente de que el niño sea tratado con NAIs.