Las explicaciones de la ilusión monetaria suelen describir el fenómeno en términos de heurística. Los precios nominales proporcionan una regla práctica para determinar el valor y los precios reales sólo se calculan si parecen muy destacados (por ejemplo, en períodos de hiperinflación o en contratos a largo plazo).

Algunos han sugerido que la ilusión del dinero implica que la relación negativa entre la inflación y el desempleo descrita por la curva de Phillips podría mantenerse, en contra de teorías macroeconómicas más recientes como la «curva de Phillips aumentada por las expectativas». Si los trabajadores utilizan su salario nominal como punto de referencia a la hora de evaluar las ofertas salariales, las empresas pueden mantener los salarios reales relativamente bajos en un periodo de alta inflación, ya que los trabajadores aceptan el aumento aparentemente alto del salario nominal. Estos salarios reales más bajos permitirían a las empresas contratar más trabajadores en períodos de alta inflación.

Se cree que la ilusión del dinero es fundamental en la versión friedmaniana de la curva de Phillips. En realidad, la ilusión del dinero no es suficiente para explicar el mecanismo subyacente a esta curva de Phillips. Requiere dos supuestos adicionales. En primer lugar, los precios responden de forma diferente a las condiciones modificadas de la demanda: un aumento de la demanda agregada ejerce su influencia sobre los precios de los productos básicos antes que sobre los precios del mercado laboral. Por lo tanto, el descenso del desempleo es, al fin y al cabo, el resultado de la disminución de los salarios reales y un juicio acertado de la situación por parte de los trabajadores es la única razón del retorno a una tasa de desempleo inicial (natural) (es decir, el fin de la ilusión del dinero, cuando finalmente reconocen la dinámica real de los precios y los salarios). El otro supuesto (arbitrario) se refiere a una asimetría informativa especial: todo lo que los empleados desconocen en relación con los cambios en los salarios y precios (reales y nominales) puede ser claramente observado por los empresarios. La nueva versión clásica de la curva de Phillips pretendía eliminar las desconcertantes presunciones adicionales, pero su mecanismo sigue requiriendo la ilusión del dinero.

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