Gammapatías monoclonales:
En la electroforesis de proteínas (PEL) suele encontrarse una banda monoclonal característica (M-spike) en la región de la gammaglobulina y, más raramente, en las regiones beta o alfa-2. El hallazgo de un pico M, una migración restringida o un patrón PEL hipogammaglobulinémico es sugestivo de una posible proteína monoclonal y debe ser seguido por el Estudio de Proteínas Monoclonales, 24 Horas, Orina, que incluye la inmunofijación (IF), para identificar la cadena pesada y/o la cadena ligera de la inmunoglobulina (Ig).
Una IgG o IgA monoclonal de más de 3 g/dL es consistente con un mieloma múltiple (MM).
Una IgG o IgA monoclonal de menos de 3 g/dL puede ser consistente con una gammapatía monoclonal de significado indeterminado (MGUS), una amiloidosis sistémica primaria, un mieloma temprano o tratado, así como una serie de otras gammapatías monoclonales.
Una IgM monoclonal de más de 3 g/dL es consistente con una macroglobulinemia.
La identificación inicial de un pico de M en suero de más de 1,5 g/dL en el PEL debe ir seguida de MPSU / Estudio de proteínas monoclonales, 24 horas, orina.
-La identificación inicial de un pico M de IgM, IgA o IgG superior a 4 g/dL, superior a 5 g/dL y superior a 6 g/dL, respectivamente, debe ir seguida de VISCS / Viscosidad, suero.
-Después de la identificación inicial de un pico M, la cuantificación del pico M en el PEL de seguimiento puede utilizarse para controlar la gammapatía monoclonal. Sin embargo, si la proteína monoclonal cae dentro de la región beta (más comúnmente una IgA o una IgM) los niveles cuantitativos de inmunoglobulina pueden ser más una herramienta útil para seguir el nivel de proteína monoclonal que el PEL. Una disminución o aumento del pico M que sea superior a 0,5 g/dL se considera un cambio significativo.
Los pacientes en los que se sospecha una gammapatía monoclonal pueden tener patrones de PEL séricos normales. Aproximadamente el 11% de los pacientes con MM tienen un PEL sérico completamente normal, con la proteína monoclonal sólo identificada por IF. Aproximadamente el 8% de los pacientes con MM tienen hipogammaglobulinemia sin un pico M cuantificable en el PEL pero identificado por IF. En consecuencia, un PEL sérico normal no descarta la enfermedad y el PEL no debe utilizarse para detectar el trastorno.
Otros hallazgos anormales del PEL:
Una fracción gamma cualitativamente normal pero elevada (hipergammaglobulinemia policlonal) es consistente con una infección, una enfermedad hepática o una enfermedad autoinmune.
Una fracción gamma deprimida (hipogammaglobulinemia) es coherente con una inmunodeficiencia y también puede estar asociada a una amiloidosis primaria o a un síndrome nefrótico.
En la deficiencia hereditaria de una proteína (por ejemplo, agammaglobulinemia, deficiencia de alfa-1-antitripsina, hipoalbuminemia), la fracción afectada es débil o está ausente.