El expresidente sudanés Omar al-Bashir fue finalmente apartado del poder tras seis meses de protestas pacíficas a principios de 2019. Los manifestantes tenían la esperanza de un nuevo comienzo, pero su búsqueda de un gobierno civil ha sido cerrada por un consejo militar que incluye a Mohamed Hamdan Dagalo, el líder de una unidad paramilitar llamada Fuerzas de Apoyo Rápido que tiene sus raíces en los Janjaweed. Tsega Etefa explica quiénes son los Janjaweed y por qué su presencia no es un buen augurio para la paz en el país.

¿Cuál es la historia de los Janjaweed: cuándo se formó el grupo y por qué?

El término Janjaweed se refiere a los grupos armados de los árabes de Darfur y Kordofán en el oeste de Sudán. Se llaman a sí mismos fursan (jinetes).

Darfur, situado en el oeste de Sudán, es una vasta llanura del tamaño del estado norteamericano de Texas. Está dividida en tres estados: Darfur Norte, con capital en El Fasher; Darfur Oeste, con capital en El Geneina; y Darfur Sur, con sede en Nyala. El norte de Darfur es semidesértico, mientras que las regiones del oeste y el sur tienen tierras ricas y fértiles. La población de Darfur se estima en 7 millones de habitantes. Todos los habitantes de Darfur son musulmanes negros, aunque muchos se identifican como árabes por su genealogía vinculada a Arabia Saudí. Darfur comparte fronteras con la República Centroafricana, Chad y Libia.

La milicia Janjaweed se originó a mediados de la década de 1980, cuando Darfur atravesó momentos devastadores debido a una combinación de factores. Estos incluían:

• El abandono crónico y la marginación por parte de Jartum,

• la mala gestión de una grave sequía en el Sahelia, y una posterior hambruna,

• el estallido de la guerra civil entre el norte y el sur de Sudán,

• el aumento de los flujos migratorios procedentes de Chad,

• los rebeldes chadianos y las actividades militares libias, y

• el debilitamiento del mecanismo autóctono de resolución de conflictos.

Todos estos acontecimientos conspiraron para crear una situación de colapso de la ley y el orden. Los habitantes de Darfur comenzaron a armarse. Varios grupos árabes y no árabes formaron sus propias milicias como autodefensa.

El término Janjaweed acabó aplicándose a todos los grupos armados árabes independientemente de su origen. Por ejemplo, podían ser chadianos, libios o de otros orígenes no sudaneses. Pero la mayoría eran árabes de Darfur. La mayoría eran pastores de camellos Abbala del norte de Darfur que se quejaban de la falta de una morada propia (Dar) similar a la de los Fur y otros grupos árabes.

La hambruna y el colapso de la ley y el orden fomentaron la formación de los grupos, ya que podían hacer acopio de tierras y reponer los animales perdidos.

¿Qué papel juegan los Janjaweed en los actuales disturbios sudaneses?

Los Janjaweed tienen un fuerte vínculo con la crisis actual. Esto se debe a que durante los últimos seis años el gobierno del ex presidente Omar al-Bashir organizó oficialmente a las milicias Janjaweed como Fuerzas de Apoyo Rápido bajo el mando de los Servicios Nacionales de Inteligencia y Seguridad. Se utilizaron para derrotar a los grupos rebeldes del país. En 2013, al-Bashir eligió a Dagalo, un árabe abbala del clan Hemeti, como líder de las Janjaweed. Un año después fue aceptado constitucionalmente como fuerza regular. Aunque las Fuerzas de Apoyo Rápido están formadas por otros grupos de milicianos respaldados por el gobierno, la mayoría de sus miembros eran darfurianos elegidos por Dagalo.

Según Human Rights Watch, las Fuerzas de Apoyo Rápido cometieron crímenes de guerra en Darfur en 2014 y 2015, cuando los civiles fueron desplazados, violados, saqueados y asesinados.

Se cree que los recientes asesinatos de manifestantes pacíficos en Jartum también fueron cometidos por las Fuerzas de Apoyo Rápido. Está comandada por Dagalo, que ahora es el vicepresidente del Consejo Militar de Transición que obligó a al-Bashir a abandonar el poder en abril de 2019. El consejo está presidido por el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, pero muchos creen que Dagalo tiene el verdadero poder. Se cree que es rico y tiene estrechos vínculos con Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

¿Qué papel han desempeñado los Janjaweed en otros conflictos sudaneses?

Han desempeñado un gran papel en el conflicto de Darfur. Cuando los rebeldes de Darfur -formados por el Ejército de Liberación de Sudán y el Movimiento por la Justicia y la Igualdad- intensificaron sus ataques contra las posiciones del gobierno en abril de 2003, el gobierno desató a los Janjaweed para que atacaran a los pueblos fur, zaghawa y masalit.

El gobierno de al-Bashir intensificó el reclutamiento para ayudar a movilizar su guerra de contrainsurgencia contra los rebeldes. Esto incluyó el reclutamiento de criminales, convictos y prisioneros, así como el nombramiento de nuevos jefes de aldea.

¿Qué vínculos tienen los militares sudaneses con los Janjaweed?

Los políticos y los militares desempeñaron un papel considerable en el reclutamiento, la organización, el equipamiento y el entrenamiento de los Janjaweed. En cuanto al ejército, ha llevado a cabo operaciones militares junto con los Janjaweed. Por ejemplo, durante los ataques de los Janjaweed en Darfur, las Fuerzas Armadas Nacionales proporcionaron apoyo aéreo y terrestre.

Cuando se crearon las Fuerzas de Apoyo Rápido, fueron reconocidas formalmente como parte de las fuerzas regulares nacionales. Esto ha supuesto que estén bien abastecidas y equipadas, mucho más que a principios de la década de 2000.

¿Qué significa la participación de los Janjaweed para la democracia en Sudán, hay alguna esperanza de un gobierno civil?

Es desgarrador incluso pensar en los Janjaweed en las calles de Jartum. El fracaso de la comunidad internacional -incluida la Unión Africana- a la hora de resolver la crisis de Darfur permitió que los Janjaweed subieran al escenario político nacional. Es suficiente para crear desesperación.

Pero siempre hay esperanza. Es una buena señal que el Consejo Militar de Transición y la oposición hayan acordado reanudar las conversaciones. El ejército debe entregar el poder al gobierno civil lo antes posible.