- Colocado el 6 de mayo de 2020 20:13 GMT
- Escrito por Nevin Thompson
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El avispón gigante japonés atacando una colmena. Foto cortesía de Stephen Wheeler.
A principios de mayo, el New York Times informó de que Estados Unidos se enfrentaba a otra nueva amenaza además de la pandemia de COVID-19: los «avispones asesinos» procedentes de Asia. La noticia provocó rápidamente una explosión de historias sobre «avispas asesinas» y conversaciones en las redes sociales en todo el mundo. A medida que un truco idiota viral en YouTube de 2018 resurgió y aumentó su popularidad, algunos reporteros aseguraron a los lectores que «‘los avispones asesinos’ es poco probable que te asesinen personalmente», mientras que otros se preguntaron qué es exactamente un «avispón asesino», de todos modos…
Según el informe del Times, el avispón gigante asiático (Vespa mandarinia) ahora está presente no sólo en la esquina noroeste del estado de Washington, sino también justo al otro lado de la frontera entre Estados Unidos yCanadá al norte, en White Rock, un suburbio de Vancouver. En septiembre de 2019, se descubrió y destruyó un nido de avispón gigante asiático también en la cercana isla de Vancouver.
Un avispón gigante japonés muerto, o O-suzumebachi (オオスズメバチ) en Japón. Foto de Nevin Thompson.
Es un misterio cómo llegó el avispón gigante asiático al oeste de Norteamérica. Los avispones se pueden encontrar en Taiwán, China, Corea del Sur y en Japón, donde el insecto se conoce como o-suzumebachi (オオスズメバチ), que se traduce aproximadamente como «gran avispa gorrión».
Los avispones miden unos 5 cm de longitud, y se defienden de depredadores como los osos mordiendo y escupiendo veneno, y con un potente aguijón.
En Japón, los avispones gigantes son presa de las abejas melíferas, por lo que suponen una importante amenaza para los colmenares del estado de Washington, la Columbia Británica y otras partes de Norteamérica.
¿Por qué se les llama «avispones asesinos»?
El artículo del New York Times provocó casi inmediatamente la confusión. Algunos discreparon con la afirmación de que los avispones «matan hasta 50 personas al año» en Japón (la cifra es en realidad de 12 muertes al año, según el Ministerio de Salud de Japón, señalado por un comentarista en Twitter).
Los entomólogos de Canadá, que han estado investigando la presencia del avispón durante al menos un año, también restaron importancia a la amenaza potencial para los seres humanos.
Sin embargo, para muchos observadores de Japón, la parte más confusa de la historia del Times fue justamente el origen del nombre «avispones asesinos».
Martin Fackler, antiguo jefe de la oficina de Tokio del New York Times, señaló que, en Japón, los avispones se llaman suzumebachi – una «abeja» (hachi) o avispón del tamaño de un gorrión (suzume).
Fackler y el colaborador del New Yorker Matt Alt dedujeron que el término «avispón asesino» apareció en el New York Times como resultado de una especie de «juego telefónico inverso»:
Cómo se defienden los apicultores japoneses de los avispones gigantes
«El avispón gigante japonés te avisa de que va a atacar apretando sus mandíbulas», dice Stephen Wheeler, apicultor en Japón, en una entrevista con Global Voices. «Sin embargo, los avispones gigantes asiáticos individuales no son un problema si te los encuentras. Quédate quieto, no intentes darle un manotazo y aléjate»
Wheeler libra una batalla cada año para mantener a sus abejas a salvo de los avispones gigantes. Desde 1993, Wheeler vive en Awaji, una isla mayoritariamente rural situada al oeste de Kobe y Osaka, en el extremo oriental del Mar Interior. Wheeler se dedica a la apicultura en Awaji desde hace unos ocho años, y en la actualidad alquila tierras de labranza para cultivar árboles aptos para las abejas con fines de reforestación
«Un vecino me dio dos colmenas viejas que coloqué en la cafetería de unos amigos, y tuve la suerte de capturar mis dos primeros enjambres de abejas melíferas», dice Wheeler. «Mantengo la abeja melífera japonesa (Apis cerana japonica) y cuando los enjambres se escapan de las granjas de fresas, mantengo también la abeja melífera europea (Apis mellifera)».
Wheeler documenta la vida en Awaji, incluyendo la cría de abejas, la producción de miel, la defensa contra las avispas y la investigación general de la vida de los insectos en su blog.
«Manejando un ataque de avispón asiático con almohadillas adhesivas». Imagen cortesía de Stephen Wheeler.
Desgraciadamente, durante el pasado invierno, Wheeler perdió todas sus colonias de abejas, como explica en un videoblog.
«Fue una espiral descendente», dice Wheeler. «Avispones amarillos en verano, avispones gigantes en otoño, lo que significa que las abejas no pueden salir de la colmena para buscar alimento. Las reservas de miel y polen disminuyen, las abejas no pueden mantener la colmena en plena forma y el estrés se instala. La colmena sucumbe a la polilla de la cera o a un problema de ácaros, todas acaban evacuando, lo que en otoño es una sentencia de muerte en sí misma»
No quedarán abejas, dice Wheeler, para sobrevivir al invierno y continuar con la colonia en primavera.
Wheeler ha documentado una variedad de tácticas en su lucha contra el avispón gigante asiático en su canal de YouTube. Aquí explica cómo los avispones liberan feromonas para pedir ayuda y cómo utilizar este comportamiento contra ellos: