Una fractura de estrés es una rotura en un hueso causada por la acumulación de un gran número de pequeñas tensiones, como las que se producen al correr y saltar repetidamente. Las fracturas por estrés se producen con mayor frecuencia en los huesos de la parte inferior de la pierna (tibia y peroné) y de los pies (metatarsianos).

Hay cinco huesos metatarsianos en el pie. El noventa por ciento de las fracturas metatarsianas por estrés se producen en el segundo, tercer y cuarto metatarsianos, siendo el segundo metatarsiano el más comúnmente afectado. Las fracturas metatarsianas por estrés se describieron por primera vez en 1855 y se denominaron «fracturas de la marcha», ya que solían producirse en reclutas militares.

¿Qué causa una fractura metatarsiana por estrés?

Los huesos se encuentran en un ciclo natural continuo de descomposición y reconstrucción. Las actividades de alto impacto en las que se soporta el peso (como correr, saltar y bailar) generan tensión en el hueso, provocando pequeñas zonas de rotura ósea. La reconstrucción ósea se produce de forma natural durante los periodos de descanso entre estas actividades estresantes. Cuando hay un estrés repetitivo sin suficiente descanso, o cuando hay un aumento abrupto en la duración o intensidad de la actividad, la reconstrucción ósea no es capaz de seguir el ritmo de la degradación ósea. Este desequilibrio da lugar a una fractura por estrés, un conjunto de pequeñas grietas en el hueso.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la fractura por estrés del metatarso?

  • Aumento rápido del volumen, la intensidad o la duración de la actividad
  • Ejercicios repetidos sin tiempo suficiente para el descanso y la recuperación
  • Cambio de calzado o calzado inadecuado para la actividad
  • Cambio de la superficie de juego/correr (por ejemplo, hierba a hormigón)
  • Cambio de terreno para correr (por ejemplo, plano a colinas)
  • Músculos inflexibles o débiles
  • Pies de arco alto o pies planos
  • Densidad ósea baja
  • Antecedentes familiares de osteopenia u osteoporosis

¿Cuáles son los síntomas de una fractura de metatarso por estrés?

El síntoma principal es un dolor que empeora gradualmente en la parte superior del pie. Al principio, el dolor puede sentirse sólo al hacer deporte. Con el tiempo, se convierte en dolor al realizar actividades cotidianas como caminar. También puede haber hinchazón o hematomas.

¿Cómo se diagnostica una fractura metatarsal por estrés?

Su médico revisará sus síntomas y examinará su pie. Las radiografías pueden revelar la fractura pero no son la prueba más sensible. Si las radiografías son normales pero sus signos y síntomas sugieren una fractura por estrés, una resonancia magnética o una gammagrafía ósea pueden confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se trata una fractura de metatarsiano por estrés?

El tratamiento de una fractura de metatarsiano por estrés requiere un periodo de reposo de su actividad, normalmente al menos 3-4 semanas. Si hay dolor con las actividades diarias, es posible que tenga que usar muletas o una bota para caminar durante un corto tiempo hasta que pueda caminar cómodamente sin dolor. El hielo puede ser útil para reducir el dolor. Los medicamentos antiinflamatorios no se recomiendan en el tratamiento de las fracturas por estrés.

Este período inicial de reposo va seguido de una vuelta gradual a la actividad durante las siguientes 2-4 semanas. Dependiendo de sus factores de riesgo individuales, su médico puede prescribir un cambio de calzado, plantillas para sus zapatos o un curso de fisioterapia para corregir cualquier desequilibrio en la fuerza muscular y la flexibilidad. Es importante que mantenga una dieta saludable, con una cantidad adecuada de calorías y calcio (1300 mg/día si tiene 9-18 años; 1000mg/día si tiene 19-50 años). La mayoría de las fracturas metatarsianas por estrés se curan completamente con este tratamiento no quirúrgico. En raras ocasiones, requerirán una reparación quirúrgica.

Regreso a las actividades deportivas &después de una fractura metatarsal por estrés

El objetivo es que vuelva a practicar su deporte o actividad lo más rápido y seguro posible. Si vuelve a las actividades demasiado pronto o juega con dolor, es posible que la fractura por estrés no se cure. Una fractura por estrés no curada puede provocar dolor crónico, puede requerir una intervención quirúrgica y/o puede dar lugar a dificultades para volver a practicar deporte. Cada persona se recupera de una lesión a un ritmo diferente. La reincorporación a su deporte o actividad vendrá determinada por la rapidez con la que se recupere su fractura por estrés, no por el número de días o semanas que hayan pasado desde que se produjo la lesión. En general, cuanto más tiempo tenga los síntomas antes de iniciar el tratamiento, más tiempo tardará en mejorar.

Podrá volver a practicar su deporte/actividad con seguridad cuando el dolor se haya resuelto y el examen médico de su pie sea normal. Recuerde que la vuelta a su deporte será gradual, comenzando a un nivel muy bajo, y aumentando en pequeñas cantidades cada semana. Este aumento gradual acondiciona el hueso, permitiéndole fortalecerse aún más, lo que lo protege de una nueva lesión.

¿Cómo se pueden prevenir las fracturas de metatarso por estrés?

  • El aumento de la actividad debe producirse en pasos pequeños y graduales (no más del 10-15% de aumento del volumen, la duración o la intensidad de la actividad por semana).
  • Los cambios en la superficie de juego/correr o en el terreno deben hacerse gradualmente.
  • Descanse de su actividad durante al menos 1 ó 2 días cada semana.
  • Use calzado adecuado para la actividad (por ejemplo, Correr con zapatillas para correr, jugar al baloncesto con zapatillas de baloncesto). Los corredores deben cambiar sus zapatillas cada 300-500 millas.
  • Manténgase en forma físicamente.
  • Consuma una dieta bien equilibrada con una cantidad adecuada de calcio (1300 mg/día si tiene 9-18 años; 1000 mg/día si tiene 19-50 años).
  • Estire los músculos que estén tensos. Su médico puede mostrarle cómo estirar los músculos de las pantorrillas y los muslos. El mejor momento para estirar es después del calentamiento o al final del entrenamiento.
  • No juegue con dolor. El dolor es un signo de lesión, estrés o sobrecarga.

Es necesario descansar para dar tiempo a que la zona lesionada se cure. Si el dolor no se resuelve tras un par de días de reposo, consulte a su médico. Cuanto antes se identifique la lesión, antes podrá comenzar el tratamiento adecuado. El resultado es un tiempo de curación más corto y una vuelta al deporte más rápida.

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