Sobre el restaurante de inspiración australiana Burke & Wills en el Upper West Side, al que se accede a través de una puerta de cuero verde empenachada en el interior del establecimiento, se encuentra uno de los pocos bares clandestinos del Upper West Side. Siguiendo con la inspiración australiana, el Manhattan Cricket Club gira en torno a, lo has adivinado, el cricket, y se inspira en los clubes coloniales del antiguo Imperio.
El estrecho espacio del piso de arriba, de tres habitaciones sucesivas, está diseñado como un pequeño apartamento de la década de 1870. La primera habitación, con una pequeña ventana, funciona como vestíbulo con un perchero de madera. El papel pintado dorado, que comienza a lo largo de la escalera y se extiende por las habitaciones, tiene una capa de terciopelo negro flocado con un diseño de inspiración vintage. En la zona de estar principal se exponen libros de Dickens y Maupassant, junto con trofeos de cricket y fotografías de época. Los paneles de madera y el techo de espejos completan la sala, con una araña de apliques de cristal vintage y una alfombra oriental deshilachada.
Los cuartos de baño están ingeniosamente escondidos detrás de puertas correderas que se mezclan con la decoración, ya sea detrás del papel pintado o de una pared de espejos. Incluso los aseos son de época, pero la verdadera joya del Manhattan Cricket Club es la hilera de taquillas privadas para licores en el pasillo con espejos, donde los miembros del club pueden guardar la bebida espirituosa o el vino que deseen. El club ayuda a adquirir las existencias de cualquier parte del mundo. Aunque las visitas al Manhattan Cocktail Club son sin cita previa para el público, los socios pueden reservar con antelación.
La sala del bar tiene un techo de hojalata, una barra de mármol, una pared de ladrillo visto y una decoración colonial más vintage. El mixólogo Greg Seider, que creó los menús de cócteles de The Mercer Kitchen y la Minetta Tavern, dirige la oferta del Manhattan Cricket Club con bebidas inspiradas en los antiguos puestos del Imperio Británico. Hay una mezcla de sabores exóticos y tés y hierbas locales, como demuestra el cóctel Salt & Pepper, elaborado con vodka de patata con esencia de tomate de jardín, pimienta negra ahumada y niebla de trufa blanca.
Como toque de humor, la carta está salpicada de citas sobre el alcohol de personajes famosos: «Bebo para hacer a los demás más interesantes», dijo Hemingway. Para los que se decanten por la gama alta, se puede optar por el Servicio de Martini y un programa de Caviar Calvisius, con porciones de 10 gramos de caviar osetra que se pueden maridar con medias botellas de champán Gruet Brut o Billecart-Salmon Brut Reserve.
Abajo, en Burke & Wills
También se puede pedir comida en el Manhattan Cricket Club, preparada por Burke & Wills, o comer primero en el restaurante y luego subir al bar. La cocina de Burke & Wills está dirigida por el chef Rodrigo Nogueira, originario de Brasil y formado en el Instituto Culinario Francés, que viene de otros establecimientos neoyorquinos como The Four Seasons y Colicchio and Sons. Burke & Willis tiene su propia carta de cócteles, actualmente con una distintiva influencia del sudeste asiático con ingredientes como la lima kaffir, el chile tailandés, el lichi y la hierba de limón.
Lejos de la moda de los cócteles del centro de la ciudad, el Manhattan Cricket Club es capaz de mantener su ambiente acogedor y de barrio. La experiencia íntima y acogedora no se verá interrumpida por multitudes indeseables, ya que está demasiado alejado del bullicio, y su discreto estilo significa que siempre será un lugar para ponerse al día con los amigos.
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