Introducción: Históricamente se ha informado de que el chocolate ejerce varios efectos sobre la sexualidad humana, principalmente actuando como un afrodisíaco eficaz, aumentando el deseo sexual y mejorando el placer sexual.
Objetivo: El objetivo de nuestro estudio fue evaluar si existe una asociación entre la ingesta diaria de chocolate y la función sexual en una muestra de conveniencia de mujeres del norte de Italia.
Métodos: Una muestra de conveniencia de 163 mujeres (media +/- SD de edad: 35,3 +/- 9,2 años; índice de masa corporal : 22,5 +/- 3,5 kg/m2), reclutadas a través de la publicidad, completaron una entrevista semiestructurada anónima sobre los hábitos recreativos y cuestionarios para evaluar la función sexual (Índice de Función Sexual Femenina ), la angustia sexual (Escala de Angustia Sexual Femenina) y la depresión (Inventario de Depresión de Beck y Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos).
Resultados: Se dispuso de datos completos para 153/163 (93,8%) mujeres. Las participantes que informaron de la ingesta diaria de chocolate (Grupo 1: 120 mujeres) eran significativamente más jóvenes que aquellas (Grupo 2: 33 mujeres) que no informaron de comer chocolate (33,9 +/- 0,8 años frente a 40,4 +/- 1,6 años, respectivamente) (P = 0,0003), a pesar de un IMC similar. Los participantes del Grupo 1 tenían puntuaciones FSFI totales (P = 0,002) y del dominio del deseo (P = 0,01) significativamente más altas que los participantes del Grupo 2. No se observaron diferencias entre los dos grupos en cuanto a la excitación y satisfacción sexual, la angustia sexual y la depresión. Nuestros datos también confirman que el envejecimiento tiene un alto impacto estadísticamente significativo en la función sexual de las mujeres.
Conclusiones: Es seductor plantear la hipótesis de que el chocolate puede tener un impacto positivo tanto psicológico como biológico en la sexualidad de las mujeres. En nuestra muestra las mujeres que informan del consumo de chocolate tienen puntuaciones FSFI más altas que las mujeres que no comen chocolate. Sin embargo, cuando los datos se ajustan por edad las puntuaciones del FSFI son similares, independientemente del consumo de chocolate.