Rickles: One Night Only’ el 6 de mayo de 2014 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Theo Wargo/Getty Images para Spike TV)

Don Rickles, que convirtió el lanzamiento de insultos en oro cómico, murió el jueves en Los Ángeles.

La causa de la muerte fue una insuficiencia renal, según su publicista. Rickles tenía 90 años.

Rickles, que declaró «Algunos dicen cosas divertidas, pero yo digo cosas divertidas», nació en Nueva York en 1926. Tras su paso por la Marina, estudió interpretación en la Academia Americana de Arte Dramático y trató de triunfar como actor antes de dedicarse a la comedia.

Apodado «Mr. Warmth» (Sr. Calor), Rickles insultaba por igual a cualquiera que estuviera a la vista en su público de monólogos, ya fuera un cliente de pago o una celebridad, incluido uno de sus rivales favoritos: Frank Sinatra. Según The Hollywood Reporter, la carrera de Rickles despegó después de que Sinatra entrara en una de sus actuaciones en Hollywood en 1957 y Rickles se burlara del legendario temperamento de Ol Blue Eyes diciendo: «Siéntete como en casa, Frank. Golpea a alguien». A Sinatra le encantó el chiste y la fortuna de Rickles aumentó.

Después de la irrupción de Sinatra, perfeccionó su arte en la carretera y en programas como The Tonight Show con Johnny Carson en los años 60 y más allá y en The Dean Martin Celebrity Roasts en la NBC a partir de mediados de los 70. Consiguió dos exitosos álbumes de comedia en los años 60, Hello, Dummy (otro insulto frecuente) y Don Rickles Speaks.

Sin embargo, nunca dejó de actuar, apareciendo en la película de 1970, Kelly’s Heroes, con Clint Eastwood, así como protagonizando su propia serie de la NBC, CPO Sharkey, que se emitió durante dos años a partir de 1976. Apareció en otras series que no duraron más de una temporada. ¡Se dio a conocer a una generación más joven como el cáustico, aunque dulce, Sr. Potatohead en la franquicia Toy Story y también dejó su huella en películas dramáticas, interpretando al gerente de un casino en la película de Martin Scorsese de 1999, Casino.

Aunque su marcha se había ralentizado, su ingenio no lo había hecho y Rickles era una presencia relativamente frecuente hasta unos meses antes de su muerte, incluyendo su aparición en la celebración de la NBC del 90º cumpleaños de Tony Bennett el pasado otoño, y pasando ocasionalmente por Jimmy Kimmel Live! Tenía planes de seguir trabajando: en su página web figura una fecha del 23 de febrero de 2018 en Las Vegas. Las Vegas había sido un hogar lejos de casa para Rickles, que actuaba allí todos los años desde 1959.

Las celebridades no tardaron en acudir a Twitter para lamentar la pérdida. Barbra Streisand tuiteó: «Ser espetado por Don Rickles fue muy divertido. Un alma gentil con un ingenio rápido». El también cómico Kevin Nealon tuiteó: «Mientras estaba cerca, #donrickles susurró una vez al oído de mi mujer: «¿Qué haces con un perdedor como él?». Me sentí honrado». Barbara Eden escribió: «Don Rickles, un ingenio tan agudo e hilarante en una época en la que un cómico de insultos no necesitaba ser vulgar para ser gracioso. Se le echará de menos».

Por muy insensible que fuera en el escenario, Rickles era conocido como un encanto en la vida real. Hace sólo un mes, había tuiteado cariñosamente sobre su 52º aniversario de boda con su esposa, Barbara, el 14 de marzo, escribiendo «Eres mi vida. xo Pussycat (yo)».

Rickles y su esposa pasaron las vacaciones con Bob Newhart y su esposa. En una declaración a Hollywood Reporter, los Newhart dijeron: «Le llamaban ‘El mercader del veneno’, pero en realidad era uno de los seres humanos más amables, cariñosos y sensibles que hemos conocido. Estamos devastados, y nuestro mundo nunca será el mismo. No estábamos preparados para esto»

Además de su esposa, a Rickles le sobreviven su hija, Mindy, su yerno y dos nietos. Su hijo, Larry, falleció en 2011.